La mirada social
A PESAR de que resulta menos conocida, la pintura social de Murillo no es menos meritoria. Excepcional testigo de su entorno, el artista, último de catorce hermanos, supo captar como nadie el temperamento y el mundo interior de los más pequeños.
Entre esa pintura de carácter profano, se conservan unos 25 cuadros con escenas de género, casi todos expuestos fuera de España. Posiblemente, la mayoría fueron encargados por comerciantes extranjeros residentes en Sevilla. ¡Gocemos ya con algunos ejemplos!
A la izquierda de estas líneas, una escena campestre protagonizada por una anciana y un niño, presente en el Wallraf-Richartz Museum de Colonia. Abajo, y de izquierda a derecha, traemos Niños comiendo uvas y melón –en la Pinacoteca de Munich–; Niño asomado a una ventana –en la National Gallery de Londres–, todo un himno a la alegría infantil; y Joven mendigo espulgándose –en el museo del Louvre.
En la página opuesta, arriba, Cuatro figuras en un escalón, cuadro en el que su profundo verismo nos hace preguntarnos qué está ocurriendo fuera del marco para que los protagonistas muestren tanto interés. En la parte de abajo, el no menos enigmático Mujeres en la ventana y Dos muchachos jugando a los dados, ambos localizados fuera de nuestras fronteras (en la Galería Nacional de Arte de Washington D. C. y la Academia de Bellas Artes de Viena, respectivamente).