La colina de los Tigres Dientes de Sable
a las redes de tráfico de hachís en el sur, pero esto iba mucho más allá, y aunque la operación no fue judicialmente un éxito sí sirvió para que el problema fuera visible y los narcos no actuaran con total impunidad.
Nadie se podía fiar de nadie. Y el juez Garzón no lo hizo, por eso reunió a 350 agentes de policía en Madrid. No quería que los de Galicia participaran, ya que sabía que entre ellos había ovejas negras y cualquier filtración podría echar al traste la operación más relevante de la historia contra el crimen organizado. El 12 de junio de 1990 se llevó a cabo la Operación Nécora. Ya han pasado casi treinta años de aquello, que no fue sino uno de los momentos más trascendentes de la historia reciente de España. Decenas y decenas de personas fueron detenidas y se desmantelaron las principales redes de tráfico de droga y se desarticularon muchas de las bandas, varias de las cuales tenían que ver con Laureano Oubiña, quizá el traficante más conocido, aunque ninguna de sus condenas tiene que ver con cocaína sino con hachís y tabaco. Él ha asegurado que sí, que trabajó con ambas sustancias, pero que nunca lo hizo con cocaína. Acaba de salir de la cárcel, y una de las primeras cosas que hará es sentarse en el banquillo, pero el de los acusadores, porque la acusada será Carmen Avendaño, la mujer que lideró Érguete, la agrupación de madres contra la droga que nos hizo saber a todos que una generación entera de jóvenes se estaba perdiendo, porque todos morían antes o después. Ahora es ella la perseguida, por ejercer su libertad y derecho. Es que el mundo está al revés…
Las imágenes de la Operación Nécora dieron la vuelta al mundo. Como en Italia, la mafia –de Galicia, y no de Sicilia, aunque Galicia se convirtió en una pequeña Sicilia– quedó severamente tocada. Y como en Italia, un juez pasó a ser diana de los atacados. Desde entonces
Se desmantelaron las principales redes y se desarticularon muchas de las bandas, varias de las cuales tenían que ver con Laureano Oubiña
El ex alcalde de O Grove, Alfredo Bea Gondar, había estado en la cárcel cinco meses acusado de tráfico de drogas
la vida del juez Garzón ya no fue la que era. Me vi con él recientemente, y me dijo que aquella operación no hubiera sido posible sin la ayuda y el impulso de mucha gente, y entre otros, de Avendaño y de las confesiones de Portabales,. cuyos datos fueron fundamentales. Ricardo Portabales padre desapareció y se refugió en algún lugar de América. No se conoce nada de él, pero sí sabemos que toda su familia pasó a estar protegida al amparo de Ley de Testigos Protegidos 19/1994. Actualmente, el hijo es quien intenta recordar su memoria y exige justicia, especialmente para su madre, ya que ella ha sido la gran olvidada de esa ley, que dejó de mantener a la familia lejos de toda persecución: “Yo era un niño por entonces. Perdí mi infancia. Un día, vi mi casa protegida por tres helicópteros y a mi madre en el salón, sentada en el sofá, rodeada por ocho agentes… jamás se me olvidará esa imagen”, me dice Portabales hijo. “Nos decían que nos teníamos que ir a Madrid, algo que para nosotros era una novedad porque no habíamos salido del pueblo. Éramos unos ignorantes. La verdad es que lo pasamos muy mal. La gente no tiene ni idea del calvario que hemos pasado”. Y me explica cómo les cambiaron de nombre, de aspecto, de ocupación, les pusieron un piso en Madrid, les dieron una asignación mensual…
Pero en un momento determinado, esa protección desapareció. Portabales fue a la Audiencia Nacional, pero cuando llego allí para pedir auxilio ya no se encontraba el juez Garzón. Se lo habían quitado del medio. Cuando se dicen cosas sobre él -y no se puede negar que en sus instrucciones ha cometido enormes errores-, conviene saber que ese fue el comienzo de su calvario y persecución. No es por motivos ideológicos ni políticos, sino que esa es la excusa. El problema es que tocó al poder, y tocó a los que vivían de ese sistema que se había creado en
Antena 3 ha rodado una serie sobre la obra, por la que incluso Mariano Rajoy ha felicitado por escrito a su autor, Nacho Carretero
Galicia. Los inocentes se habían visto arrastrados.
EL ALCALDE QUE LIDERÓ EL SECUESTRO DE FARIÑA Uno de los que repitió esa acusación contra Garzón fue Alfredo Bea Gondar, que había estado en la cárcel cinco meses acusado de tráfico de drogas. Era alcalde de O Grove; presumía de su amistad con Adolfo Suárez –más tarde se dejaría ver con Mariano Rajoy– y tenía un gran favor de la población. Tras la cárcel decidió dejar Galicia y se fue a vivir a Colombia. Eso sí, después le absolvió el Tribunal Supremo; en su acusación había defectos de forma que sirvieron para esa exculpación. Sigue defendiendo su inocencia y considera todavía que la Operación Nécora fue una maniobra del PSOE y de Garzón para obligarle a dejar de ser alcalde. Cuando supo del libro Fariña, y que en ese libro se le mencionaba aludiendo a las sentencias que hubo en su contra y que aparecen reflejadas muy brevemente en la obra, se querelló contra el autor por sentirse lastimado en su honor y derecho a la intimidad. La jueza admitió –aunque no se pueda explicar– a trámite la denuncia y ordenó al secuestro de la obra. Era una decisión inaudita en un país en democracia. Este escándalo ha recorrido el mundo entero, en donde se tiran de los pelos con preocupación por el avance de la censura en España.
Afortunadamente, Antena 3 acababa de rodar una serie sobre la obra, por la que incluso el presidente del Gobierno y antiguo amigo de Gondar, Mariano Rajoy, ha felicitado por escrito a su autor, Nacho Carretero. En unas declaraciones
Dice el periodista italiano Roberto Saviano: “Mira la cocaína: verás polvo. Mira a través de la cocaína: verás el mundo”
efectuadas al diario El Mundo y que se han publicado el 11 de marzo de 2018, Bea Gondar dice: “El narcotráfico estaba en Cambados, no en O Grove. Aquí había algún camello pero poco más. Las lanchas pasaban por aquí pero no paraban”. En dicha conversación dice –aunque no se puede valorar lo que dice, debido a la extraña actitud de la policía del pensamiento– lo siguiente: “Si no fuera creyente y tuviera un revólver buscaba al tipo y le pegaba un tiro en la cabeza”.
Así que mientras Bea Gondar no se vuelva ateo, Nacho Carretero no tiene que preocuparse. Tampoco tienen que preocuparse los jugadores del equipo de Vilanova; la fotografía del equipo, tomada en 1982, ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un símbolo en la lucha contra la droga. La mayor parte de aquel equipo murió como consecuencia de las drogas. Fue una generación perdida. Sólo quedan tres con vida. Al resto los mató la puta droga que inundó la ría. Algunos iban a misa, pero la vida no distinguió a los creyentes de los que no lo son. Ojalá esas creencias de Bea Gondar le hubieran servido para que en aquel tiempo hubiera ayudado a limpiar Galicia de polvo blanco. Decía Roberto Saviano, otro periodista perseguido por denunciar el tráfico de droga en Italia: “Mira la cocaína: verás polvo. Mira a través de la cocaína: verás el mundo”.
Y ese mundo sigue siendo igual de flipado treinta años después de que las rías se inundaran de basura para el cerebro. Pero no nos olvidemos: la droga y el dinero tan inmenso que genera tienen mucho que ver con el tráfico de droga, porque después de generar mucho, ese dinero hay que blanquearto y ponerlo en cinculación. No vale de nada guardarlo debajo del colchón. Y es precisamente esos blanqueos de dinero, normalmente usando paraísos fiscales como los denunciados por Panama Papers los que han constreuido gran parte del mundo que tenemos.