Testigo crítico
El libro del mes
ÁNGEL PESTAÑA (18861937), secretario general de la CNT en 1929 y también desde 1930 a 1932, fue uno de los fundadores en 1932 del Partido Sindicalista (1932). Además, fue diputado por Cádiz en las Cortes Generales y desempeñó otros muchos puestos ligados a su actividad anarquista, por la que estuvo en prisión y hasta sufrió un atentado en 1922 por parte de pistoleros del Sindicato Libre. En 1917, fue nombrado director del diario Solidaridad Obrera, órgano oficial de difusión de la CNT. Escribió muchas críticas periodísticas y textos autobiográficos.
En 1919, la CNT, en el Congreso de la Comedia, le eligió, junto con otros dos compañeros, para que viajasen a la URSS y presentar la adhesión de la CNT a la Internacional Comunista de Moscú. Su viaje coincide con otros muchos que en esas mismas décadas realizaron políticos, sindicalistas, empresarios, escritores, etc., españoles y extranjeros. Inició Pestaña su viaje en 1920 y tres meses después llegó a la URSS. Su intención era “tener el conocimiento más exacto de la verdadera situación de Rusia”, clave para los futuros movimientos políticos de la CNT en España.
Llegó a Petrogrado en 1920. Durante el viaje en tren hasta la capital en ese momento de Rusia le llamó mucho la atención la profusión de retratos de Marx, Lenin y Trotsky y el desmedido uso de la propaganda, pues había gramófonos por toda la ciudad en los que se retransmitían discursos. Sobre los innumerables bustos de Marx que ve por todos los lados, dice que el régimen ha sucumbido a la “copiosidad fetichista”.
Con mucho método, Pestaña pone por escrito sus observaciones de las visitas oficiales que realizan a determinados organismos de la URSS. Estas páginas resultan muy interesantes, pues Pestaña no es de los políticos que se dejan convencer fácilmente. Asiste a una fiesta multitudinaria en la Plaza Roja, a la que asistieron, de manera obligatoria, unas 300.000 personas. Pestaña describe la organización del acto y destaca cómo había hasta un oficial destinado a “indicar al grupo de líneas los gritos y ¡hurras! reglamentarios que había de lanzar”. Y concluye: “vimos aquello y nos invadió una gran tristeza. La farsa que allí se representaba no podía ser más indigna, ni más infame”.
Sobre este viaje, Pestaña escribió un informe a la dirección de la CNT que marcó la pauta de las posteriores relaciones críticas entre los comunistas y anarquistas. Después, convirtió este informe en dos libros que publicó sobre Rusia en la editorial Cosmos en 1924: éste y Setenta días en Rusia. Lo yo pienso. Así concluye su libro un observador muy agudo desde todos los puntos de vista: “Sin apasionamientos, sin sarcasmos, sin injurias, hemos relatado lo que vimos durante nuestra estancia en Rusia”.