Mirando atrás
Tras el golpe militar de 1936, en 1942 pasó a depender de Carrero Blanco. Este, en 1967, fue nombrado vicepresidente del gobierno y, en junio de 1973, presidente (Franco quedaba solo como jefe de Estado). En todos sus cargos, siempre llevaba aparejado el ocuparse personalmente de los asuntos de Guinea. Distintas fuentes le atribuían muchas propiedades en la colonia.
Según el historiador afroamericano Sundiata, en 1941 había ya 10.000 trabajadores nigerianos en Fernando Póo cultivando cacao; en 1954 eran 15.800; y, a mediados de los sesenta, había aproximadamente 100.000. Es interesante analizar la relatividad de algunas situaciones laborales: en los años cincuenta y sesenta España enviaba trabajadores a Europa mientras los recibía de Nigeria en su entonces provincia ecuatorial.
En 1950 Portugal provincializa sus colonias africanas. Mientras tanto, en Fernando Póo, según el historiador francés especialista en colonización ibérica en África René Pelissier, había 3.080 fernandinos –descendientes de los primeros colonos africanos– y 11.655 autóctonos bubis, casi todos patronos de braceros extranjeros. Los bubis que habían sobrevivido al alcohol de principios de siglo se habían convertido en funcionarios, patronos, o ambas cosas a la vez.
En 1950 tuvo lugar una reunión de profesores en la finca de Acacio Mañé Elá, catequista y terrateniente guineano. Fundaron la Cruzada Nacional de Liberación – adoptaron el mismo nombre con que los franquistas denominaban la sublevación– y Acacio recorrió toda la parte continental y fue contactando con fuerzas vivas como catequistas, maestros (entre ellos Enrique Nvo Okwe) y otros funcionarios nativos, organizando un partido político independentista.