Guiños a LA MASONERÍA
Juan García Naveira perteneció a la masonería, tal como indican algunos artículos publicados en Buenos Aires, y sobresalió por su labor filantrópica –propia de la masonería de la época–, por lo que en su obra más famosa no
faltan guiños a esta sociedad discreta. El promotor del parque quiso convertir este espacio en su gran obra, en la que quedarían plasmados algunos de los preceptos que defiende la masonería.
Así, paseando por el parque, destaca una representación de la pirámide de Keops, una de las maravillas del mundo, recurrente en las representaciones masónicas, ya que la masonería se considera descendiente de los antiguos constructores egipcios.
Otro de los grandes constructores que tiene su espacio destacado en el parque es Salomón, personaje muy relacionado con la tradición de esta orden, artífice del templo hebreo que lleva su nombre y elegido para reinar por el propio Yaveh, considerado por la sociedad secreta como el Arquitecto d el Universo. Y Juan García Naveira le dedicó a Salomón uno de los más visibles estanques del parque.
Muy cerca de allí, en un nivel superior, se encuentra una reproducción de uno de los monumentos también relacionados con la masonería: la estatua de la Libertad. La imagen original, en la ciudad de Nueva York, fue diseñada por el arquitecto francés Frédéric A. Bartholdi, perteneciente a la sociedad secreta...
Las cuevas, quizá la parte más misteriosa del Pasatiempo, está relacionada con el inframundo, alegoría que se relaciona con el simbolismo de una “muerte iniciática” por la que deben pasar los aprendices, cuando se encuentra en la más completa oscuridad, y que culmina con el “nacimiento iniciático”, proceso que en la masonería se denomina el pasaje de “las tinieblas a la luz”.
Dentro del recinto, cargado de símbolos y mensajes, también se notan las influencias republicanas de García Naveira –con la alusión a las repúblicas sudamericanas– y la combinación de sus creencias católicas con el socialismo que comenzaba a despuntar en la época.
La frase grabada en el parque que reza “Jesucristo fue el primer socialista” es una clara alusión a su forma de entender las ideas progresistas y la fe católica, confesión que el autor del Pasatiempo canalizó a través del altruismo y la filantropía.