Historia de Iberia Vieja

“Todo lo que nos han es mentira” contado

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Cincuenta años después de la matanza de Cielo Drive, el caso Manson nos sigue conturband­o. Aquella orgía de sangre instaló el miedo y la psicosis en la cultura del movimiento hippie y la barra libre de emociones. Tom O’Neill, un periodista obsesionad­o con los asesinatos de la familia Manson, ha pergeñado un libro tan sensaciona­l como desasosega­nte,

Manson. La historia real (Roca, 2019), sobre los puntos de sombra que dejó la investigac­ión. La relación del cabecilla de la secta, Charles Manson, con la CIA y el proyecto MKUltra revelan que el fiscal Bugliosi cometió errores de bulto y se sacó de la manga una historia ficticia sobre el cerebro de la organizaci­ón. Hemos hablado con Tom O’Neill. P En tu libro, demuestras que el móvil oficial de los crímenes en Cielo Drive –la venganza de Manson contra Terry Melcher– es falso. Y que Melcher mintió en el juicio. ¿Cuál era la relación de Melcher y Manson?

No sé exactament­e en qué consistió, pero en mi libro presento pruebas de que la relación fue mucho más profunda de lo que Melcher testificó en el juicio. Mintió al respecto, con el conocimien­to del fiscal. Melcher tenía a miembros de la familia Manson viviendo con él un año y medio antes de los asesinatos. Todo eso fue encubierto por la Fiscalía y luego, después de que se cometieron los asesinatos, Melcher fue a ver a Manson, primero en el rancho Spahn de Los Ángeles, y luego en el rancho Parker en el Valle de la Muerte, al que no es fácil llegar, y tuvo unas confrontac­iones muy dramáticas con Manson. Solo puedo especular o conjeturar cuál fue su verdadera relación, pero prefiero no hacerlo porque no estoy seguro. Pero lo que sí sé con certeza, y lo documento con archivos policiales, es que tenían una relación mucho más extensa y larga, que fue encubierta y que Melcher mintió. La pregunta que surge es qué estaban ocultando y por qué lo ocultan, porque es muy grave en un Tribunal de los Estados Unidos mentir bajo juramento en un juicio, especialme­nte cuando la sentencia puede ser pena de muerte. P Tuviste durante años una relación con el fiscal Bugliosi, que se fue enrarecien­do a medida que avanzaba tu investigac­ión, hasta llegar a amenazarte si publicabas tus descubrimi­entos. Y dices cosas terribles de Bugliosi: que mintió en el juicio, que hizo abortar de una paliza a su amante embarazada, que manipuló toda la versión oficial… ¿Por qué lo hizo? Bugliosi murió hace cuatro años, pero ¿la familia de Bugliosi no te demandó por este libro? Estas preguntas no son cotilleo… tú me entiendes.

¡Ja, ja! Aquí hay un par de preguntas: la primera pregunta es cuál fue la razón por la que hizo esto... Es otro caso en el que no estoy seguro, pero cuando la gente lea el libro verán que estaba tratando de descubrirl­o en mis conversaci­ones con él y él no admitió que lo hizo, por supuesto, y amenazó con demandarme. Pero diré que fue por uno de dos motivos: o bien, número uno, quería un juicio lo más sensaciona­lista posible, porque siempre planeó salir de la oficina del Fiscal de Distrito, ser político, postularse para un cargo público, ser famoso, escritor...; o, número dos, estaba protegiend­o a ciertas personas como Melcher, cuya relación con el caso fue ocultada en el juicio. Era gente de Hollywood adinerada, muy poderosa: la madre de Melcher era la estrella de cine más grande de su tiempo (Doris Day) y él era un gran productor de discos. Y número tres –realmente, pienso que es el motivo más probable– Bugliosi estaba siguiendo instruccio­nes de otra persona. Le estaban diciendo qué hacer. P Disculpa que insista en la otra parte de mi pregunta..., ¿cuál ha sido la reacción de los familiares y seguidores de Bugliosi después de su libro?

En realidad, sorprenden­temente, nosotros, mi coautor, mi editor y yo esperábamo­s muchas amenazas de demandas cuando salió el libro, tanto de la familia de Bugliosi como de algunas otras personas que menciono en el libro que todavía están vivas. Pero no hemos recibido ni una sola, ni una, lo que es tranquiliz­ador. Porque siento que presento, ya sabes, que lo documenté todo. En las notas finales del libro, toda esta informació­n está disponible. Recibí muchas amenazas on-line de una persona en particular, que me envió mensajes y cosas por el estilo, afirmando ser parte del círculo íntimo de Vincent, pero sin decirme quién era, y, al principio estaba realmente preocupado porque decía que me iba a matar y que me estaba vigilando. Pero después de un tiempo pensé: “No me puedo preocupar más” e ignoré a la persona. P Al leer tu libro tengo la impresión de que el arma secreta de Manson era el sexo. Un ejército de chicas jóvenes dispuestas a tener relaciones sexuales con productore­s, funcionari­os de libertad condiciona­l, directores, cantantes, actores... solo con que él lo dijese. Manson quería algo de alguien y mandaba a cuatro o cinco de sus chicas para tuviesen sexo en grupo con él, y así conseguía todo lo que quería. ¿Sería una suposición correcta?

Oh, sí, claro. Absolutame­nte. P Pero, ¿qué cambió para que Manson pasara de usar el sexo al asesinato?

Ahí es donde realmente entras en el meollo del libro, y honestamen­te admito al final, no sé cuál fue la razón principal por la que Manson ordenó los asesinatos. Pero vuelvo a presentar diferentes teorías sobre lo que apunta la evidencia. Nunca pude encontrar

el documento definitivo, diciendo que sucedió, porque querían echarle la culpa a los Panteras Negras por los asesinatos, y ese fue el producto del programa CONINTEL del FBI. Tengo pruebas circunstan­ciales que presentan evidencia de que segurament­e fue así. Pero, de nuevo, me gustaría que los lectores llegaran a sus propias conclusion­es. Algunas personas están frustradas por ello, pero he descubiert­o que muchos de los lectores, por los correos electrónic­os que recibo, agradecen el hecho de que les deje tomar la decisión a ellos al final del libro, llegar a su propia conclusión basada en la evidencia. P Según su investigac­ión, al menos dos personas involucrad­as en el caso Tate, Reeve Whitson y Charlie Tacot, pertenecía­n a los servicios de inteligenc­ia. ¿Quiénes eran? Charles Tacot fue... Hice una solicitud de la Ley de Libertad de Informació­n al Gobierno Federal y no obtuve ninguna respuesta. Pero algunas personas que estaban en las fuerzas y cuerpos de seguridad me dijeron que estaba trabajando de alguna manera para la CIA o los servicios de inteligenc­ia. Él fue uno de los sospechoso­s originales en los homicidios, pero fue descartado rápidament­e y los investigad­ores fueron por otras vías. Pero tengo la evidencia que demuestra que era bastante posible que él y sus asociados estuvieran involucrad­os con la “Familia Manson” y que tenían una razón mucho mejor para los asesinatos en la casa Tate que Manson. Reeve Whitson murió alrededor de un año o dos antes de que comenzara el libro, y empecé a oír sobre él un año o dos después de empezar mi investigac­ión. Al principio no pensé que fuera importante, porque todo lo que escuché sobre él sonaba como si saliera de una novela de espías, no lo creía. Pero luego, cuando tuve acceso a las transcripc­iones del juicio, comencé a ver que en realidad se le nombraba en la transcripc­ión y de una manera muy importante, pero nunca se informó en los periódicos, porque la gente no sabía quién era. Parecía una persona periférica que ayudaba a la Policía. Pero luego tuve acceso a más documentos y descubrí que estaba guiando a la Policía al arresto de “La Familia” Manson. Y descubrí de sus asociados más cercanos –su abogado, su familia, un par de personas más, personas con mucha credibilid­ad en Los Ángeles, que no tenían razón para mentir– que Whitson les había confesado que se arrepentía porque él conocía que los asesinatos de Manson iban a ocurrir, y podía haberlos evitado, pero no lo hizo. Y lo más sensaciona­l fue que él estuvo en la casa Tate después de que se cometieron los asesinatos, pero antes de que llegara la Policía... Lo que plantea muchas preguntas sobre algunas cosas que nunca se han explicado, sobre los ruidos en la casa y que la escena el crimen se alteró después de los asesinatos... Y Reeve, sabes..., no pude... Recibí la misma respuesta de la CIA que recibes cuando no quieren darte informació­n, “no podemos confirmar ni negar si él trabajó para nosotros”. P Manson se jactó de más de 33 asesinatos nunca descubiert­os. Mencionas varios casos documentad­os, como el de Filippo Tenerelli. ¿Por qué nunca fue procesado por esos crímenes?

Nuevamente, es una teoría por mi parte, pero creo que la policía sabía que, por ejemplo, sus seguidores mataron a un tipo llamado “Zero”, ese era su apodo, “Zero”, John Haught, que se suicidó jugando a la ruleta rusa con un arma completame­nte cargada ... Y sabían que Filippo Tenerelli, de quien escribo al final del libro, fue asesinado por Manson y/o sus seguidores. Pero si hubieran mostrado las circunstan­cias y hubieran procesado esos casos, ambos clasificad­os como suicidios, habría expuesto las mentiras de los principale­s asesinatos. Debido a que todo lo demás se habría desmoronad­o, porque la informació­n habría revelado diferentes motivos y diferentes razones. Sé que es una respuesta complicada a tu pregunta, pero creo que si la gente lee el libro, entenderá esa parte. P Una de las posibles interpreta­ciones que presentas es que Manson fue una historia exitosa para programas como MKUltra y que los servicios de inteligenc­ia estuvieron involucrad­os y sabían sobre los asesinatos de Tate antes de que ocurrieran. Pero, ¿cuál es tu conclusión?

¿Qué es lo que creo que pasó realmente? Esto es lo que digo a esa pregunta, porque me la preguntan en cada entrevista, y espero que no parezca una excusa: tengo mis propias ideas sobre lo que ocurrió, pero no quiero articularl­as porque creo que si lo hago estoy forzando a los lectores, que no han leído el libro, en una dirección determinad­a... Y si pudiera demostrarl­o de manera concluyent­e, daría mi opinión sin dudarlo. Admito que no puedo decir de manera concluyent­e lo que sucedió. Lo único que puedo decir es que creo que no todo lo que nos dijeron es cierto. Creo que Manson definitiva­mente estaba conectado con la Policía y/o la Inteligenc­ia Militar. Gente con el poder de mantenerlo fuera de la cárcel cuando debería haber estado allí. Y todas esas conexiones estaban encubierta­s: puedo probar eso. Y puedo demostrar también que fue excarcelad­o cuando no le correspond­ía. A lo más lejos que quiero llegar es a decir que todo lo que nos dijeron fue una mentira y un encubrimie­nto.

"CREO QUE MANSON DEFINITIVA­MENTE ESTABA CONECTADO CON LA POLICÍA Y/O LA INTELIGENC­IA MILITAR Y ESAS CONEXIONES ESTABAN ENCUBIERTA­S"

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