Bernat Hernández
Apeló al ejercicio de la soberanía directa por parte del monarca, que patrocinaría un imperio de indios integrado en la monarquía hispánica. Los clérigos evangelizadores relevarían a los colonos españoles, quienes, persuadidos por mandamientos y penitencias canónicas, quedarían establecidos en zonas periféricas despobladas de nativos. Cuando, en su memorial de remedios de 1516, Bartolomé de las Casas defendió la sustitución del trabajo forzado nativo mediante la introducción de esclavos negros, lo hizo porque la esclavitud era una institución normalizada en su época. Sus lecturas de fuentes portuguesas y la relación personal con el negro Pedro Carmona le llevaron posteriormente a una crítica pionera de la ilegitimidad de la esclavitud africana. La consideraba un instrumento en su estrategia pastoral de control de conciencias entre españoles. Fue un contrapeso inicial frente a los conquistadores. Con la prohibición de las palabras conquista y conquistador a mediados del siglo se quería establecer jurídicamente un nuevo modelo de ocupación del territorio, ya no basado en el expolio, sino en la creación de una sociedad de indios, españoles y castas. La terminología jurídica precisa servía para deslegitimar cualquier reclamación futura de derechos por parte de pretendidos nuevos conquistadores. Su modo de gobierno episcopal de Chiapas. Su rigorismo moral ante conquistadores y criollos pecó de intolerancia radical.