El emisario del lago
UNA GENIALIDAD ETRUSCA CONTRA LAS CRECIDAS
de Nemi (abajo), cuyo origen se remonta al siglo a. C., constituye un unicum de la ingeniería hidráulica de época arcaica. Su presencia en las fuentes históricas ha sido prácticamente inexistente hasta los estudios que se realizaron para su reutilización durante la extracción de los barcos del emperador Calígula entre 1928 y 1932. Desde entonces, numerosos espeleólogos, ingenieros y arqueólogos lo han investigado.
EL EMISARIO
se construyó para mantener constante el nivel del agua del lago, impidiendo así que las terrazas del santuario de Diana Nemorensis se inundasen. El agua era evacuada hacia el valle de Ariccia con una orientación este-oeste,
ESTE CANAL
recorriendo una longitud de 1.600 m. Para su realización, se cavó un pozo de ingreso cercano al lago, para tomar la cota de entrada, y otro cercano a la salida, para tomar la cota de salida. Dos equipos comenzaron entonces a tallar un conducto desde ambos pozos, para encontrarse en un punto intermedio. La durísima composición basáltica de parte del recorrido llevó a abrir un tercer acceso en su parte central, para acelerar los trabajos.
de agua se dispuso una sala de planta cuneiforme con losas perforadas que actuaban como filtros de depuración, lo que impidió que los residuos provenientes del lago colmataran el conducto y se introdujeran en el emisario.
EN LA TOMA