Contra la tribu blanca
ASÍ ES COMO EMPEZÓ LA CONFRONTACIÓN ENTRE EL IMPERIO BRITÁNICO Y LOS AFRIKÁNERS
Los bóers se habían preparado bien, comprando armamento moderno durante los años de hostilidades, y sus unidades, los comandos, contaban con una gran movilidad. Estos dos factores les dieron la ventaja en las primeras semanas de la guerra, y llegaron a asediar diversas localidades con importantes guarniciones, como Ladysmith, Mafeking y Kimberley.
británico era la primera potencia del planeta. Había derrotado a la insurrección mahdista en Sudán, y así se había vengado de la humillación sufrida con la muerte del general Charles Gordon en Jartum en 1885. Esta victoria también le dejaba más cerca de controlar totalmente el eje El Cairo-Ciudad del Cabo.
EN 1899, EL IMPERIO
este dominio afianzaría la hegemonía británica en este continente frente al resto de potencias colonizadoras. Solo dos territorios se interponían a la hora de consolidar el eje: las repúblicas del Estado Libre de Orange y Transvaal.
CONFIRMAR
habitados por bóers (también conocidos co-
ESTOS ESTADOS ESTABAN Doyle se va a la guerra
Doyle explica en su autobiografía Memorias y aventuras que la “Semana Negra” fue el motivo que le impulsó a intentar alistarse. Así se denominó el período entre el 10 y el 17 de diciembre de 1899, cuando las tropas británicas sufrieron tres derrotas (Stormberg, Magersfontein y Colenso) que les causaron más de 2.700 bajas. mo afrikáners), descendientes de colonos holandeses y alemanes que habían llegado a Sudáfrica desde el siglo Gran Bretaña había conseguido el dominio de Ciudad del Cabo en 1815, lo que provocó que estos pobladores buscaran otros territorios en el interior, fundando los estados de Natal, Transvaal y Orange.
se anexionó Natal en 1843. Con Orange y Transvaal lo intentaría en 1880, dando lugar a la primera guerra anglo-bóer, que terminó con una sonada derrota británica. Londres había subestimado la voluntad y la pericia de los afrikáners para combatir y defender una tierra que consideraban plenamente suya, y en el orgullo victoriano quedaron las ganas de revancha.
GRAN BRETAÑA
Conan Doyle se sumó a la ola de patriotismo que inundó el país y que pedía recuperar el terreno perdido frente a los bóers. Intentó alistarse en los regimientos de voluntarios, conocidos como Yeomanry, exagerando su vida aventurera, en especial su reciente (y breve) época de corresponsal de guerra en Sudán. Pero el oficial de reclutamiento no se dejó impresionar, ni
DOYLE SE SUMÓ A LA OLA DE PATRIOTISMO QUE INUNDÓ EL PAÍS Y QUE PEDÍA RECUPERAR EL TERRENO PERDIDO