Best sellers de viajes
El duradero boom de los libros de viajes en el viejo Continente
antes del relato de Clavijo, este género ya gozaba en Europa de gran repercusión. La primera influencia se puede remontar al Pseudo Calístenes (s. iii), que relataba de manera fabulada la trayectoria de Alejandro Magno. Del rey macedonio pasamos al mercader veneciano Marco Polo y su Libro de las Maravillas del Mundo (c. 1300, abajo), donde fascina con sus historias sobre su estancia real en la corte de Kublai Kan. Siguiendo ese rastro oriental, aparecieron poco después los libros sobre viajes imaginados, en los que el autor escribe e interpreta un conocimiento legado por otros sin necesidad de recorrer físicamente esos territorios. El más difundido, primero en francés y luego en latín, fue el que narraba los viajes ficticios de Juan de Mandeville (s. xiv).
de Menor repercusión, pero igual de interesantes, son los ejemplos del periplo, o rihla, del árabe Ibn Battuta (s. xiv), o el más desconocido de Bar Sauma, monje nestoriano coetáneo de Marco Polo que viajó al revés, partiendo de China hacia Occidente. Su Historia personal (s. xiii) aún no se ha traducido al español.