La culpa invisible
La historia de dos familias húngaras en el siglo xx
“¿Por qué no hicisteis nada?”, reprocha a sus antepasados Sacha Batthyany en este relato que es todo –una historia de la Hungría del siglo xx, un libro de viajes, una reflexión sobre la identidad, una llamada de atención sobre nuestra cobardía, una autoficción catártica...– menos lo que parece. O, más bien, lo que el título de la edición española propone. Porque el original, ¿Y qué tiene eso que ver conmigo? Un crimen en marzo de 1945. La historia de mi familia, deja muy claras las intenciones de este periodista suizo de origen húngaro que durante siete años luchó con sus fantasmas personales para escribir esta apasionante historia.
La matanza de Rechnitz, como se lo ha titulado en español, es la historia de un crimen oculto tras otro crimen. En la noche del 24 al 25 de marzo de 1945, cuando la victoria soviética sobre la Alemania nazi y sus aliados húngaros es inminente, casi doscientos judíos son asesinados en las cercanías del castillo de Rechnitz. En la fortaleza húngara, Margit von Thyssen (la hermana mayor de “nuestro” barón Thyssen) ofrece una fiesta a los jerarcas nazis locales, que interrumpen la celebración para ejecutar a los prisioneros y regresar después al baile. ¿Participó la tía abuela del escritor en el crimen o se “limitó” a brindar con los asesinos? En busca de la respuesta, Sacha Batthyany inició en 2006 un largo viaje que le llevó a lugares tan alejados de Rechnitz como Buenos Aires y Moscú, mientras recorría a través del relato familiar la conflictiva historia de la Hungría del siglo xx.
eichmann en Budapest
Nacida tras la explosión del Imperio austrohúngaro, la Hungría de entreguerras era, en palabras de Maritta Esterházy, la abuela paterna del autor, “un estado corporativo semifeudal [...] Al margen de una élite intelectual, cultural y científica en Budapest, formada mayormente por judíos, la sociedad húngara estaba constituida por una aristocracia de terratenientes, a la que pertenecía mi familia, y por cientos de miles de peones agrícolas”. Todo cambió en marzo de 1944, cuando los nazis invadieron Hungría y Adolf Eichmann llegó a Budapest. En unas semanas, el “perro sanguinario” envió a 437.402 judíos húngaros a Auschwitz. Entre ellos, a Agnes y Sandor Mandl, los hijos de los vecinos de Maritta.
En su investigación, Batthyany no solo descubrió las memorias de su abuela, sino también las de Agnes. El periodista las combina con maestría para acercarnos al exterminio de los judíos húngaros, a la persecución de los aristócratas en la dictadura comunista de la posguerra y a los gulags soviéticos, por donde pasaron 300.000 húngaros, incluido su abuelo paterno. Batthyany se convierte en un personaje de su propia investigación y comparte con nosotros sus miedos, su compleja relación con su padre y, sobre todo, con un pasado terrible que Europa se ha empeñado en olvidar.