¡ATENCIÓN, OBRAS!
SE EMPEZÓ a construir en el siglo xii, aunque no se completó hasta el xiv y no se convirtió en la estrella que es hasta que Victor Hugo publicó El jorobado de Notre Dame en 1831. La novela inspiró una restauración en 1844, pero esta no se hizo con materiales de la calidad adecuada. Y, como era de esperar, los arreglos decimonónicos de la catedral parisina necesitan una restauración seria (muchas de las gárgolas, como la de la imagen, se han erosionado hasta tal punto que han tenido que ser reemplazadas por cañerías de PVC). Las reparaciones, que no deberían demorarse demasiado, serán difíciles de pagar. La archidiócesis ha fundado una asociación para recaudar los cien millones de euros necesarios.