Trabajar contra el reloj
LA DIFÍCIL EXHUMACIÓN DE LOS RESTOS DEL CHE
EL HALLAZGO de los restos del Che el 28 de junio de 1997 (arriba) culminaba más de quinientos días de trabajo de un equipo cubanoargentino de antropólogos forenses y ponía fin a la excavación de más de doscientas fosas en el área de la antigua pista del aeródromo de Vallegrande. En los últimos meses se trabajó contrarreloj. El general golpista Hugo Banzer, que volvía al poder tras ganar unas elecciones, había amenazado con suspender la búsqueda cuando asumiera la presidencia el 6 de agosto.
AQUEL 28 DE JUNIO, toda la atención se centró en uno de los siete esqueletos descubiertos a casi dos metros de profundidad. El hecho de aparecer sin manos apuntaba a que fuera el del Che. Su identidad se estableció con facilidad. Los arcos superciliares del cráneo y la ausencia de un molar coincidían con las características de Guevara, además de una serie de datos ofrecidos por la autopsia practicada en su día en el cadáver y que eran evidentes en el esqueleto. Ante este cúmulo de pruebas, se descartó el análisis de ADN, y los resultados de la identificación fueron avalados por el equipo argentino de forenses.
DESDE QUE EN diciembre de 1995 comenzó la búsqueda de los restos del Che, se han desenterrado e identificado los esqueletos de 31 de los 36 combatientes de su guerrilla.