HAY OTROS BARBEGAL
Los molinos de Barbegal son un yacimiento romano singular, pero, aunque únicos, no están solos del todo.
descripción que Vitrubio, el arquitecto de Julio César, hace de las norias en el libro décimo de su De Architectura, son numerosos los restos arqueológicos localizados en las últimas décadas que demuestran que los romanos utilizaron este tipo de infraestructura con regularidad.
MÁS ALLÁ DE LA
por ejemplo, las excavaciones en la colina del Janículo, en Roma, sacaron a la luz los restos (abajo) de, al menos, cinco molinos hidráulicos construidos en paralelo, algo que nos recuerda al complejo de Arlés. En su día habrían recibido un impulso común, procedente
EN 1998,
del agua del acueducto Aqua Traiana, y contribuyeron a saciar el hambre de la población de la capital. Más lejos, en Israel, podemos contemplar un complejo formado por varios molinos junto al río Crocodilion, cerca de la antigua Cesarea Marítima. Y en la otra punta del Mediterráneo, en Túnez, han aparecido las ruinas de otros tres construidos en línea.
casos es tan espectacular como el de Barbegal, pero son muestras de que, contra lo pensado durante mucho tiempo, los romanos optimizaron la fuerza del agua para conseguir el alimento más preciado del Imperio.
NINGUNO DE ESTOS