Foto con historia
“El hombre de las mil voces”.
Qué tienen en común Bugs Bunny, Porky, el Pato Lucas o Piolín, además de ser personajes de dibujos animados? A todos ellos y a decenas de personajes más les prestó sus cuerdas vocales Mel Blanc (1908-89), un actor de doblaje que habría cumplido este mes cien años. Por su increíble versatilidad fue conocido como “el hombre de las mil voces”, muchas de ellas con asombrosas diferencias entre sí. En el colegio, Blanc fue el típico alumno que destacaba por su talento cómico. En 1927 inició su carrera en la radio, para después dar el salto al sector de la animación. Tuvo tanto éxito que logró, por contrato, que su nombre apareciera en los créditos. En los años cuarenta, lo habitual era lo contrario. Tal era su popularidad que, en 1961, a raíz de un accidente automovilístico, recibió alrededor de quince mil cartas de fans para interesarse por su salud. Algunas iban dirigidas a su personaje más mítico, Bugs Bunny. Su identificación con el “conejo de la suerte” era tan fuerte que escogió para su epitafio la frase con la que finalizaban sus emisiones: “That’s all Folks!” (“¡Eso es todo, amigos!”). Arriba, Blanc (a la dcha.) aparece interpretando a Pablo Mármol, coprotagonista de Los Picapiedra, una parodia de la clase media norteamericana en una prehistoria llena de guiños a la actualidad.