LA POSESIÓN DE NÁPOLES
Desde los Habsburgo hasta “Carlo di Borbone”.
DURANTE DOS SIGLOS, Nápoles fue un importante virreinato en manos de los Habsburgo españoles, tanto por su ubicación estratégica en el Mediterráneo como por los recursos económicos que aportaba a la Corona. Esta situación perduró hasta 1700, cuando murió Carlos II el Hechizado (abajo). El Borbón Felipe V (nieto de Luis XIV de Francia, pero también sobrino nieto de Carlos II) fue designado su heredero universal. Según el testamento de su predecesor, tenía derecho a Flandes y los territorios italianos, que incluían también Milán, Sicilia y Cerdeña. Las potencias europeas, sin embargo, no estaban dispuestas a que el nuevo monarca conservara un patrimonio que podía desequilibrar a su favor el equilibrio de poder en Europa.
TRAS LA GUERRA de Sucesión española (170114), la inmensa mayoría de estos dominios pasaron a Austria. Sin embargo, consolidada su Corona en la península, el primer Borbón español hizo todo lo posible por recuperarlos. Se sucedieron entonces diversos enfrentamientos bélicos, hasta que el tercer hijo varón del rey, el futuro Carlos III, se convirtió en el nuevo monarca napolitano.