Arquitectos e ingenieros
LAS BRILLANTES Y AVANZADAS TÉCNICAS INCAS
Auténticos especialistas en ingeniería agrónoma, los incas apuntalaron el monte de Machu Picchu para evitar su erosión, canalizaron sabiamente sus aguas subterráneas y aprovecharon la ladera para plantar maíz, patatas y otros alimentos.
TERRAZAS PARA DRENAR Y CULTIVAR
Los incas edificaron Machu Picchu de abajo arriba, apuntalándola a base de terrazas escalonadas, cada una con su muro de contención. En cada terraza, bajo la tierra cultivable, introducían gravilla, que filtraba la lluvia, evitando desprendimientos de tierra y frenando la erosión. Así es como el sitio se ha conservado.
EL AGUA JUSTA
Un complejo sistema de canales y fuentes abastecía a los habitantes y regaba los cultivos. En época de lluvias, los tejados inclinados de las casas, hechos de paja, desalojaban el exceso pluvial hacia desagües de piedra, abiertos en cada una de las terrazas escalonadas.
MUROS DE PRECISIÓN
Por fortuna para los súbditos de Pachacuti, toda Machu Picchu es una cantera de granito, con bloques desprendidos de forma natural, por lo que se ahorraron subir las piedras a hombros. Aun así, su trabajo de cantería resulta admirable. Partían y moldeaban cada sillar a pedradas, los trasladaban con la sola ayuda de cuerdas y rodillos y daban a cada bloque la forma exacta para encajar con sus vecinos, de manera que no necesitaban argamasa. El acoplamiento es tal que ni la hoja de un cuchillo cabría entre piedra y piedra.