¿POR QUÉ FALLÓ EL MONOPOLIO?
EL MONOPOLIO establecido por la Corona tras el descubrimiento de las Indias impuso mecanismos de control que resultaron solo relativamente eficaces. Potencias como Inglaterra u Holanda trataron de romperlo. La primera lograría en el Tratado de Utrecht (1713) el llamado Navío de Permiso, un buque de 500 toneladas que podía descargar sus mercancías anualmente en las Indias, y que se convirtió en fuente de contrabando. La colonia inglesa de Jamaica sería la puerta de entrada de productos clandestinos en el Caribe. La monarquía borbónica intentó luchar contra esta invasión económica a través de un sistema de guardacostas y otras medidas, pero sin demasiado éxito.
EN DIFERENTES momentos se autorizó a compañías privadas a gozar de monopolio sobre un producto o sobre los de un territorio específico. La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas controló el comercio venezolano en medio de las protestas de la población autóctona, cansada de su excesivo poder. Por su parte, los Cinco Gremios Mayores de Madrid –sedería, joyería, mercería, especiería y droguería y paños y lienzos– crearon, junto con la firma gaditana de los Ustáriz, una compañía para comerciar con las Indias.
ESTE SISTEMA, sin embargo, pertenecía cada vez más al pasado. Se imponía la apertura económica, establecida en 1765 y ampliada después a través del Reglamento de Libre Comercio (1778). En adelante, trece puertos peninsulares tendrían derecho a comerciar con 27 ciudades americanas. Venezuela no fue incluida para respetar los intereses de la Compañía Guipuzcoana.