Escipión y Bécquer, rusos y anarquistas, nuestras cuatro recomendaciones de este mes.
Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes, de Goya.
Creímos que este sería otro libro sobre Aníbal, pero el cartaginés es solo una excusa, ¿no?
Aníbal no es una excusa en este libro, sino la causa que provoca que Roma se vea obligada a forzar las costuras de la República. Asume la necesidad de consentir unos líderes que iteran, repitiendo en el cargo y concentrando poderes insospechados en circunstancias excepcionales.
Retrata a seis hombres del momento, pero el común de los mortales solo conoce a Escipión. ¿A qué cree que se deben esas lagunas? Parece evidente que la fama consagra a los grandes triunfadores, y sume en el olvido al resto, por relevante que haya sido su aportación. Pero, por otro lado, ¿acaso el común de los mortales conoce algo de muchos grandes acontecimientos de la his
El cartaginés toria? Vivimos en tiempos en los que cualquiera considera que los adolescentes escolarizados en educación obligatoria deberían tener un conocimiento enciclopédico, mientras el sistema educativo fija como objetivo razonable enseñar a aprender.
En su libro, Flaminio acaba cayendo bien pese a Trasimeno. Pero las fuentes no parecen estimarlo.
Lo que nos han transmitido forma parte de la tradición que se ha decantado en círculos aristocráticos y senatoriales, y Tito Livio, Polibio y otros tratadistas no son imparciales. Hay que leer entre líneas para reconstruir el perfil político de los líderes más populares, y en especial de aquellos que contravinieron al Senado: ¿podría quedar un retrato favorable del único senador, al parecer, que defendió la aprobación de la ley Claudia, que vetaba el comercio y el transporte de mercancías a los senadores, limitando su área de actuación económica al campo?
Usted narra una situación excepcional, ¿qué podrían aprender los políticos de ahora de aquellos hombres? No es materia de conocimiento para el historiador el establecimiento de analogías con el presente. En cambio, si nos planteamos la máxima ciceroniana de la historia, magistra vitae, no hay duda de que cabe encontrar en este libro referentes remotos para un presente convulso: cónsules que no toman decisiones, esperando que los problemas se resuelvan solos, populistas que combaten la corrupción, líderes que agitan a las masas contra la clase dirigente...
¿Qué opina de la novela histórica de romanos?
Existe novela histórica solvente, que se aproxima a la historia por su voluntad didáctica de construir relatos a partir de hechos constatados. Y debe hacernos reflexionar a los historiadores acerca de si no estamos fracasando en nuestro deber de comunicación, en el reto de enseñar deleitando. Recuerda Valerio Massimo Manfredi que a la historia le concierne la información, y que la novela se debe centrar en la emoción. Es cierto, pero nos estamos quedando demasiado atrás: ¿cómo es posible que haya lectores dispuestos a leer millares de páginas de novela histórica y no logremos que se acerquen a un centenar de páginas de historia? Los editores y los periodistas deben colaborar en un empeño necesario acerca de la reconciliación de la historia con los lectores.