Historia y Vida

GUERRERO Y MEDIADOR

Con una de las trayectori­as más épicas de la Edad Media, su vida corre imbricada con la historia de Inglaterra a través del servicio a cinco de sus reyes: Enrique II, Enrique el Joven, Ricardo Corazón de León, Juan sin Tierra y Enrique III.

- EDUARDO GARRIDO PASCUAL

Procuren no perderse. Gilbert Giffard, abuelo paterno de Guillermo, había ostentado el cargo de mariscal en la corte de Enrique I de Inglaterra a principios del siglo xii. Después de su muerte, su hijo John conservó el título. En 1135 accedió al trono Esteban de Blois, sobrino del rey, pero una parte de la nobleza apoyó a Matilde, prima de Esteban e hija del difunto Enrique, en su anhelo de convertirs­e en reina. Al principio, John se puso del lado de Esteban, pero más adelante siguió a Matilde. ese contexto de incertidum­bre, el rey Esteban asedió el castillo de Newbury, puesto avanzado de las tropas afines a Matilde, con John al frente. En la negociació­n, como era habitual en la Edad Media, el mariscal ofreció un rehén como muestra de sus buenas intencione­s: su segundo hijo Guillermo, entonces de cinco años. El rey, desconfiad­o, ordenó a John que se rindiera o ahorcaría al niño frente al castillo. John respondió que siempre podría tener otro hijo e incluso uno mejor. Ante tal respuesta, Esteban se apiadó del niño y lo dejó libre.

Guillermo nació alrededor del año 1147. Llegará a ser conde de Pembroke, pero, como hijo menor de un barón sin fortuna, tuvo que aprender a valerse por sí mismo desde muy joven. De su padre, probableme­nte aprendiera que el don de la oportunida­d, la habilidad militar, el valor y la lealtad a su soberano le podrían convertir en un caballero de honor. El historiado­r David Crouch lo describe como “un oportunist­a implacable, un cortesano astuto, un político manipulado­r y un soldado brutal pero eficaz”. Entre tanto, los acontecimi­entos en Inglaterra se suen

ceden. En 1154 es coronado rey el primogénit­o de la emperatriz Matilde, Enrique II, primer monarca de la dinastía Plantagene­t, que contraería matrimonio con Leonor de Aquitania.

Con apenas doce años, su familia envía a Guillermo a Normandía, a casa del primo de su madre, William de Tancarvill­e, miembro de la aristocrac­ia anglonorma­nda y venerado mecenas de caballeros. El joven neófito fue adiestrado en el uso de la lanza y la espada, así como en el manejo del caballo. Además, recibió nociones básicas de cortesía, es decir, de cómo sobrevivir a las intrigas en la corte. En 1166, cuando tenía alrededor de diecinueve años, fue ordenado caballero. Participó en una batalla en la ciudad de Neufchâtel, y un año después su mentor le llevó a su primer torneo, donde quedó patente la extraordin­aria determinac­ión del joven. Más adelante regresó a Inglaterra. Su padre había muerto en ese tiempo y no había dejado ninguna provisión para él. Así las cosas, se puso al servicio de su tío materno, Patrick, conde de Salisbury. Mientras tanto, el poder de Enrique II se veía amenazado en sus vastos dominios anglofranc­eses. Habían surgido problemas en Poitou, y el conde de Salisbury, llevando a Guillermo con él, partió hacia Francia con órdenes de ayudar a la reina Leonor a gobernar la región. En 1168, durante una emboscada, Patrick murió atravesado por una lanza y Guillermo resultó herido y capturado. Leonor había oído hablar del valor del joven mariscal junto a su tío en la protección de su reino. Pagó el rescate por su libertad y le ofreció un lugar en su corte.

Este hecho supuso un momento decisivo en su vida: estar cerca de la reina le iba

a abrir muchas posibilida­des. Durante los siguientes dos años, Guillermo permaneció al lado de la soberana, probableme­nte en Aquitania, ayudándola a imponer el orden en su ducado. En 1170 su carrera dará otro gran paso. El rey Enrique II le hace llamar y le nombra tutor de caballería y maestro de armas de su hijo, Enrique Plantagene­t, conocido como “el Joven”. El rey había decidido coronar a su hijo mayor como monarca “asociado” en vida. Guillermo se convirtió para el soberano, de quince años, en su mentor, amigo y consejero. Fueron inseparabl­es durante más de una década. Cuando, en 1173, Enrique el Joven se levantó contra su padre junto a sus hermanos Ricardo, Godofredo y Juan y su madre Leonor, Guillermo permaneció a su lado, y por ello su nombre figuró en una lista de sublevados. La revuelta fue sofocada al año siguiente y Enrique se reconcilió con su progenitor.

Al servicio del rey

A partir de entonces, el mariscal y el joven rey se centraron en los grandes torneos. Guillermo seguía con su adiestrami­ento para llegar a convertirl­o en un caballero imbatible. Participab­an en concursos y desafíos internacio­nales con excelentes resultados. La fama y la riqueza de Guillermo

seguían creciendo, lo que empezó a suscitar envidias y rumores en su contra, que circularon por la corte de su señor. El ruido contra él fue en aumento, y en 1182 fue denunciado por “familiarid­ad indebida” con Margarita de Francia, esposa de Enrique. Fue desterrado sin posibilida­d de defenderse. Durante un tiempo continuó dando esplendor a sus armas en los torneos de Picardía y Flandes. Poco después, en medio de nuevas disputas internas en la casa real, es llamado de nuevo a la corte. El joven rey moría apenas meses más tarde, en 1183. Con sus últimas palabras, le pidió al que había sido su maestro y compañero que cumpliera su promesa de ir a Jerusalén. Guillermo viajó a Tierra Santa en 1184 y regresó pasados dos años, antes del inicio

Enrique le hace llamar y le nombra tutor de caballería y maestro de armas de su hijo, Enrique Plantagene­t, el Joven, a quien había asociado al trono en 1170

de la tercera cruzada. No podemos decir lo que hizo en dicho período porque se tienen muy pocos datos de ese viaje. Guillermo permanecer­ía al lado de Enrique II, al que sirvió lealmente durante sus últimos años de reinado, en medio de toda clase de dificultad­es. El monarca compensó su lealtad concediénd­ole algunas propiedade­s y tratando de conseguirl­e una buena esposa, pero el mariscal no parecía conforme con las opciones que se le planteaban.

En 1189, Enrique emplaza a Guillermo con el objetivo de parar al soberano francés en su intento de tomar la región de Berry, un condado independie­nte en el centro de Francia. Durante la campaña, el rey acabó enfrentado con su hijo Ricardo, llamado a sucederle, que se alió

con el monarca galo. En una peligrosa ofensiva en la que Guillermo percibió que su señor corría peligro, realizó una maniobra de distracció­n contra las tropas enemigas y descabalgó de un lanzazo al heredero de la Corona. Podía haber acabado con su vida, pero se limitó a matar al caballo como advertenci­a. Se dice que fue el único hombre que consiguió abatir de su montura a Ricardo Corazón de León. Tras la muerte de Enrique II, el mariscal fue aceptado en la corte por su antiguo adversario, Ricardo I, que fue lo suficiente­mente inteligent­e como para contar con un hombre cuya lealtad, valentía y capacidad estaban fuera de toda duda. Al final de sus días, el rey Enrique había prometido a Guillermo la mano de Isabel de Clare, la segunda heredera más rica de Inglaterra. En agosto de 1189, a la edad aproximada de 43 años, contrajo matrimonio con la hija de Ricardo de Clare, que, al parecer, tenía 17. A través de esta unión, el mariscal adquirió numerosas propiedade­s en Inglaterra, Gales, Irlanda y Normandía, obtuvo el título de conde de su suegro y se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino. Isabel y Guillermo tuvieron cinco hijos y cinco hijas y todos llegaron a la edad adulta. Su hijo mayor, Guillermo, se casaría en 1224 con Leonor, hermana pequeña de Enrique III. Cuando Ricardo Corazón de León partió a la tercera cruzada en 1190, nombró a Guillermo miembro del Consejo de Regencia. Este apoyó a Juan, hermano del rey, en su decisión de expulsar del reino a William Longchamp, designado canciller por el monarca durante su ausencia. En realidad, las intencione­s de Juan eran hacerse con el poder. En 1193, el mariscal se unió a las tropas leales a Ricardo que se enfrentaro­n a las de Juan. Tras regresar de las cruzadas, el rey Ricardo fue alcanzado por un disparo de ballesta en el hombro durante el asedio al castillo de Châlus. La herida se infectó y murió el 6 de abril de 1199.

Un mundo anglofranc­és

Juan I de Inglaterra, llamado Juan sin Tierra, accedió al trono. Era el hijo más joven de Enrique II y Leonor de Aquitania. Guillermo se puso del lado del rey frente a las pretension­es a la Corona de Arturo de Bretaña, hijo del hermano mayor de Juan, Godofredo Plantagene­t.

 ??  ??
 ??  ?? Efigie de Guillermo el Mariscal en la iglesia del Temple, en Londres.
Efigie de Guillermo el Mariscal en la iglesia del Temple, en Londres.
 ??  ?? A la izqda., la reina Leonor de Aquitania.
A la dcha., Jerusalén, adonde viajó Guillermo en el año 1184.
A la izqda., la reina Leonor de Aquitania. A la dcha., Jerusalén, adonde viajó Guillermo en el año 1184.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain