Mucho para pocos: yacer por categorías
El oro prehistórico de Varna rondaría el cuarto de millón de euros si se cotizase al peso. Su valor arqueológico y cultural, sin embargo, excede cualquier precio
En la necrópolis se han
encontrado 294 tumbas. Hay inhumaciones de cuerpo presente y cenotafios. Yacimientos con mujeres en posición fetal y otros con hombres en decúbito supino. Las mayores riquezas están concentradas en sepulcros masculinos, lo que indica una sociedad patriarcal. Pero las desigualdades más ostensibles se dan entre clases con distintos grados de acumulación de artefactos.
Mientras uno de cada
cinco enterramientos posee algún objeto de oro (pendientes, cuentas u otro detalle), el 75% de los tres mil hallados se apilan en apenas cuatro tumbas. La mayoría, en cambio, contiene apenas una pieza de cerámica, un brazalete de hueso o un cuchillo de pedernal.
Un tercio de todos los
hallazgos áureos se aglutina en la sepultura 43. Esto incluye dos hachas ceremoniales, collares, brazaletes, pequeños discos para la vestimenta y hasta un cubrepene del metal precioso.
Estas diferencias, señal
de una sociedad piramidal, pueden ordenarse en cuatro categorías: los sepulcros más ricos, o de jefes, en la cima de la necrópolis (abajo, las riquezas de la tumba 43, con la osamenta recreada del jefe); otros con herramientas de oro, que sugieren una élite de artesanos y mercaderes; una tercera clase, más amplia, con algún adorno suntuoso (áureo, de cobre, de conchas), quizá de guerreros; y otro grupo numeroso de tumbas desnudas o casi, probablemente de campesinos.