Uncharted 4 es un gran cierre para la saga, pero... ¿es la mejor entrega?
Aunque hemos puntuado Uncharted 4 con un merecido 98, no todas las voces de la redacción coinciden, o al menos, no lo hacen en los mismos términos. Inauguramos este mes "la segunda opinión", un análisis alternativo desde otra perspectiva.
Aunque suscribo todas las palabras de mi compañero Rafael Aznar, tras haber terminado la aventura, todavía no tengo claro si Uncharted4 es, en términos globales, realmente el mejor de la saga. Indiscutiblemente, en lo técnico lo es: el despliegue visual que pone en pantalla está, simplemente, a otro nivel. No resulta extraño pararse a admirar el entorno cada dos por tres, sus impresionantes paisajes y los pequeños detalles, que, al final, son los que lo hacen grande. Pero, como experiencia de juego, aun con momentos bestiales, con sus escarceos con las sensaciones más propias del mundo abierto, con esos cinematográficos duelos con "jefes finales", aun con todo, no dejan de venirme a la cabeza los "fantasmas" de juegos pasados. ¿Quién no recuerda la intensa escalada por el interior del tren descarrilado? ¿El duelo contra el helicóptero? ¿O escapar del agua que va anegando un carguero que se va a pique? Han sido tales los picos de intensidad que ha alcanzado la serie que el "más difícil todavía" se me antojaba complicado. ¿Qué más trucos podían quedar en la manga para poner al jugador al borde de la silla, con el corazón en la boca? Aunque los tiene, en este sentido, U4 no ha logrado llevarme a un nuevo "nivel" dentro de la serie. Revive sensaciones ya pasadas, como los mencionados derrumbamientos de edificios, con pequeños giros y mejoras, y revolucionados al máximo gráficamente. Pero todo ello sobre una base familiar, de la que apenas se sale en puntos concretos.
A la sombra de The Last of Us
Tampoco ha ayudado que Naughty Dog haya mostrado algunos de los mejores niveles en ferias y haya intentado crear unas enormes expectactivas con frases como "es el mejor inicio que hemos creado desde TheLastofUs". Aparte de que ha sido el único juego desde entonces, lo cierto es que esperaba mucho más, por ejemplo, del arranque del juego. Algo como en "Indiana Jones": sorprender con unos primeros minutos que nos agarren por el cuello y nos atenacen hasta el final. No ha sido así. Quizá el arranque y la primera hora de juego sean de lo más flojo de la saga, con un ritmo irregular. Por suerte, cual bola de nieve deslizándose pendiente abajo, va a más, a más, a más... y no afloja hasta los créditos. Algo parecido me pasó con TLOU, y es un juego que adoro.
De hecho, lo que más me ha gustado de U4 es, precisamente, otro parecido con TLOU: su habilidad para jugar con las emociones, construir personajes más sólidos y plantear la narrativa (como la historia paralela al descubrimiento de Libertalia, que se nos cuenta a través de detallados documentos). Más allá de su bestial puesta en escena, de su fabuloso mestizaje entre videojuego y película, lo que recordaré dentro de unos años es el tono agridulce que transmiten las relaciones entre los personajes, pero, sobre todo, el magistral epílogo que cierra la saga. De verdad, no se me ocurre una forma mejor para despedirme de ellos y sentirlos como viejos amigos, con los que pasé grandes ratos y de los que, probablemente, no volveré a saber nada nuevo en lo que me queda de vida. Es amargo, pero, a la vez, inmensamente bello.
Por todos estos matices y aspectos como el soberbio doblaje, tengo claro que U4 es uno de esos juegos que hay que tener en la estantería. Aun sin "inventar" nada, tardaremos bastante en volver a ver algo tan grande.