Aleatorias aventuras de pixelados caballeros
Corría el verano de 2014 cuando me topé con este juego que asume muchas de las características de los "roguelike" clásicos (escenarios aleatorios, no hay "vidas" ni checkpoints...), pero va mucho más allá. En RogueLegacy, un pixelado caballero debe conquistar un castillo repleto de enemigos y trampas para terminar derrotando a sus cinco jefes finales. Cada vez que muramos, asumiremos el papel de un “hijo” (o hija) del héroe, cada uno con sus características, tanto las propias de su clase (bárbaro, hechicero, asesino...) como las de su personalidad (los que tengan gigantismo serán más grandes y no cabrán por ciertos sitios; los que tengan vértigo lo verán todo al revés; si tienen alzheimer, no "recordarán" el mapa...). El azar determinará qué tipo de personaje manejamos en cada partida, aunque conservaremos todas las mejoras, armas y equipo que hayamos conseguido en las incursiones previas.
Adáptate a lo que te toque
Este componente “random” es lo que hace que RogueLegacy sea tan especial, ya que nos obliga a adaptarnos en todo momento a lo que nos toque. Eso sí, si renunciamos al 40% de nuestro oro, podremos hacer que el escenario no sea aleatorio y que los niveles sean idénticos a los de la última vez que entramos, lo que nos facilitará llegar hasta los jefes finales. Y, cuando logres acabarlo, podrás empezar una “Nueva Partida +" manteniendo tu nivel, pero con una dificultad más elevada. Además, como es "crossbuy" y "cross-save", si tienes PS Vita, te lo puedes llevar por ahí este verano. Pero ojo, porque engancha sin remedio.