Waterworld
CUANDO TODO HACE "AGUAS"
Entre los taquillazos veraniegos, esa películas palomiteras de consumo masivo en temporada estival, ha habido históricos fracasos. Fiascos que, incluso, han salpicado a los productos licenciados, como los videojuegos. Ése fue el caso de "Waterworld", una peli que, en 1995, ostentaba el honor de contar con el presupuesto más elevado (hubo que construir enormes decorados en mitad del océano), pero que no impidió que se la pegara en taquilla.
Su videojuego fue el reflejo de lo que pasó en el cine. Salió en numerosas plataformas, todas ellas programadas por Ocean (por el nombre, eran los más adecuados). Ni siquiera se salvó Virtual Boy (donde tiene el honor de ser reconocido como su peor juego) y, tras los palos, esta versión de SNES no salió de Europa.
Es un juego de acción muy cutre, que a lo largo de ocho niveles entremezcla acción "marítima" con vista isométrica —manejamos el barco de Mariner, el personaje de Costner, mientras hunde las embarcaciones y motos de agua de la banda Smoker— con otros niveles de desarrollo 2D, que van desde el buceo para conseguir ítems al combate.
El problema es que, para 1995, el juego era simple, plano y limitado. El combate marítimo "podría" tener un pase... pero los niveles 2D siguen siendo material del que se alimentan las pesadillas jugables: simples, toscos, aburridos... Un ejemplo de cómo no debe adaptarse una licencia.