PLAYSTATION VR, A EXAMEN
Analizamos los pros y los contras del visor de realidad virtual de Sony, así como los juegos de lanzamiento
Con Oculus Rift y HTC Vive ya a la venta, la llegada de PlayStation VR cierra la terna de sistemas domésticos que abren las puertas a la realidad virtual. El de Sony nace con una clara vocación: ser el dispositivo más accesible de todos, tanto en lo económico como en los requisitos previos... aunque eso suponga hacer algunas concesiones técnicas y que el resultado final no esté al mismo nivel que los dos rivales de PC. Pero, ¿son realmente insalvables las diferencias? La respuesta es un "no"... con reservas, eso sí.
sensación de presencia
PS VR cumple sin problemas su principal cometido: hacernos sentir dentro de los juegos creando mundos 3D a nuestro alrededor, miremos en la dirección que miremos. La sensación de presencia, de estar ahí dentro, está lo- grada... y sigue dando "cosa" que un personaje virtual se nos acerque demasiado. En ese sentido, el visor no tiene ningún problema. Éstos pueden aparecer cuando entran en juego las otras piezas de su ecosistema, como PS Camera o PS Move. Estos periféricos, de 2013 y 2010, respectivamente, pueden ocasionar de forma aislada algunos problemas, como pequeños temblores o la pérdida total de la detección de los mandos Move, así como pequeños "saltos" en la imagen, al no ubicar correctamente el visor. Es el precio que hay que pagar por reutilizar tecnología "antigua", que se basa en los puntos de luz, y no abrazar los estándares de los visores de PC, que se basan en la más precisa detección por láser. De hecho, incluso cuando estamos utilizando el visor en modo "Teatro", para jugar a los títulos "normales" de PS4, es frecuente encontrarse con que la pantalla virtual (lo que vemos en el visor) tiende a
desplazarse a un lado, teniendo que reubicarla presionando el botón Options del mando. Incluso hay juegos que requieren una "recalibración" previa al comienzo (no todos comparten los mismos estándares de distancia respecto a la cámara). Esto puede sonar a crítica, pero lo cierto es que, una vez te pones el visor y arrancas al juego, la experiencia es satisfactoria.
Técnicamente... ¿"inferior"?
Partiendo de la base de que hoy por hoy no existe ningún visor perfecto, PS VR hace algunas cosas muy bien. En todo lo relativo a ergonomía, no tiene rival. Es el visor más cómodo y, además, se puede usar con gafas. El sistema de sujeción permite que el peso se reparta por toda la cabeza, sin oprimir demasiado ni dar la sensación de ser pesado. Una vez colocado, lo que vemos cuenta con virtudes y defectos comunes a todos los visores: el campo de visión