En la Variedad está la Fantasía

Uno de los problemas de las últimas entregas de la saga ha sido la falta de variedad en el desarrollo, con unas mecánicas de juego muy repetitivas. Nada que ver con esta nueva entrega que, además, tiene algunos elementos muy carismáticos y nipones.

Las fotos de Prompto. Nuestro colega no se separa de su cámara de fotos. Cada vez que acampamos o dormimos en una posada podemos escoger las fotos que ha hecho y añadirlas a un álbum que rememora los mejores momentos de nuestro viaje. Carreras de chocobos. Al utilizar chocobos, que tenemos que alquilar, vamos mejorando su resistencia, velocidad, etc... y al hacerlo suben de nivel. Luego podemos enfrentarnos en carreras contra otros rivales y circuitos de habilidad contra el crono. Más que un coche. El Regalia, nuestro bólido, no sólo nos lleva de un lado para otro y nos hace gastar los guiles ahorrados al rellenar el depósito, también es el lugar en el que, como en los viajes con colegas, se suceden historias y diálogos inolvidables. Justice Monsters Five. En esta máquina podemos competir por obtener la máxima puntuación. Es una especie de pinball con enemigos, que también está disponible en móviles (en la realidad) y que resulta más adictivo de lo que parece al principio. Arena Galviano. Aquí podemos apostar fichas especiales por un ganador en batallas de monstruos. Se enfrentan varios grupos y, si ganamos, podemos canjear las fichas obtenidas por recompensas que están entre lo mejorcito del juego. Con las manos en la masa. Así pillamos a Ignis, que también hace las veces de conductor del Regalia, cuando volvemos a un campamento. Nuestro amigo puede cocinar más de 100 platos que, además, otorgan ventajas al grupo en los combates.