El vecino que se coló en la redacción
i relación con Hobby Consolas ha tenido dos etapas bien diferentes: una primera en la que fui "vecino" en la editorial, y la segunda, ya integrado de pleno en la redacción. Mis primeros años como redactor en Hobby Press (ahora Axel Springer) los pasé curtiéndome como redactor en las revistas Todo Sega y Nintendo Acción. Durante ese tiempo compartí oficina con la redacción de Hobby Consolas, así que además de ser compañero de la Teniente Ripley, Lolocop, Cruela de Vil o Boke, entre otros muchos, fui testigo privilegiado de cómo la revista, que apenas tenía año y medio de vida cuando yo entré en la editorial, se asentó como el gran medio de referencia entre todos los que hablaban de videojuegos en España (y os recuerdo que por aquel entonces eran muchas las revistas que coincidían cada mes en el quiosco).
Fueron tiempos en los que trabajábamos mucho, sí, pero también nos lo pasábamos en grande sin ser verdaderamente conscientes, me atrevo a afirmar, de la trascendencia que tenía lo que hacíamos. Al fin y al cabo, en aquellas entretenimiento que contaba cada vez con más adeptos, y para la revista también, porque toda una generación de jugadores creció esperando ansiosa el día en el que "la Hobby" llegaba al quiosco cada mes para informarse sobre las últimas novedades de su consola favorita, contribuyendo así a que los datos de ventas alcanzasen cifras estratosféricas.
Ha habido muchos cambios a lo largo de todos estos años, pero se mantienen la pasión y el entusiasmo de la redacción.
Personalmente, después de una primera etapa en Hobby en 1999, que se vio interrumpida por mi labor al frente de la Revista Oficial Dreamcast durante el tiempo que la magnífica consola de Sega tuvo vigencia, mi gran salto se produjo en el año 2002, cuando volví a Hobby Consolas como redactor jefe. El panorama entonces ya era distinto al de los primeros años, porque de puertas adentro en la editorial todo funcionaba de forma mucho más "profesional", por decirlo de alguna forma, y de puertas afuera los videojuegos habían seguido evolucionando desde una posición marginal hasta colarse en el centro de casi todos los hogares del país.
Lo que seguía manteniéndose, y no ha cambiado hasta nuestros días, han sido el entusiasmo, la pasión, y el afán por dar la mejor información de todos los que hacemos Hobby Consolas, ni los buenos ratos y las oportunidades únicas que he tenido el privilegio de disfrutar gracias a la revista: viajes a lugares que jamás hubiera visitado de otra forma, y experiencias que nunca se me habían pasado por la imaginación, desde conducir un bólido de competición hasta lanzarme en paracaídas (¡qué miedo pasé!). Ahora, en pleno siglo XXI, podemos presumir de ser la única revista especializada que ha superado con éxito la transición al mundo digital, un desafío que se ha llevado por delante a nuestros competidores. Hemos conseguido que convivan la edición en papel y la web, una nueva ventana al mundo nos ha permitido alcanzar audiencias millonarias cada mes.
Por supuesto, no puedo terminar estas líneas sin mencionaros a vosotros, nuestros lectores, que sois quienes habéis hecho posible esta historia de éxito que dura ya un cuarto de siglo, y a mí personalmente me habéis dado la oportunidad de tener un trabajo soñado por muchos. ¡Muchas gracias a todos por vuestro apoyo!