Moto Racer 4
Velocidad y saltos por tierra y asfalto... a medio gas
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La saga MotoRacer lleva casi veinte años en la carretera, con muy buenas entregas para PSOne, PC o GameBoy Advance, al amparo de EA o Ubisoft, pero, poco a poco, fue cayendo en la irrelevancia. Ahora, vuelve con ganas de reivindicar el motociclismo arcade, pero con un motor discreto que no acaba de carburar.
MotoRacer4 permite pilotar motos de carretera y de cross, en un total de siete circuitos, donde los saltos y los atajos están a la orden del día. Hay un bosque, un desierto, un cementerio de aviones... El control responde relativamente bien, con un sistema de turbos como eje central. Los acelerones dependen de que hagamos caballitos, dibujemos piruetas en el aire o les demos trompazos a los rivales. Sin embargo, el sistema de colisiones e inercias es endeble, y no es raro chocar contra cosas invisibles si se va al límite.
Un cigüeñal que no funciona
La estructura general del juego es bastante extraña. El modo Carrera consta de 50 pruebas, con tres estrellas por cada una, pero su funcionamiento es absurdo, pues, antes de ca- da evento, se obliga a "apostar" si obtendremos una, dos o tres estrellas. Por ejemplo, si decidimos ir a por una y el objetivo es quedar tercero, dará igual que ganemos: recibiremos una. En cambio, si decidimos ir a por el triplete de estrellas en ese mismo evento y no ganamos, no sólo no obtendremos esas tres estrellas, sino que perderemos las que hubiéramos obtenido en la apuesta previa. Puede ser muy frustrante, sobre todo por lo inconstante que es la IA. Aparte, hay online y pantalla dividida.
Técnicamente, es un título muy alejado de lo que cabe esperar hoy en día de un juego de carreras. Hay tres cámaras y la iluminación ambiental varía según el circuito, pero el uso del motor Unreal 4 no es para echar cohetes.