Tales of Berseria
La venganza más DULCE
Tras tres años encerrada en una prisión, Velvet Crowe escapa con un oscuro objetivo en mente: matar a Artorius, el exorcista que ha conseguido salvar al mundo de la plaga daemonita que transforma a los humanos en bestias. Para ello no dudará en utilizar todo lo que esté en su mano, incluyendo los sentimientos de los que le rodean..
Así arranca el decimosexto juego de la serie Talesof, diseñado para reencontrarse con los fans tras las dos últimas y mejorables entregas. Cronológicamente, Talesofberseria precede a Talesofzestiria, juego con el que comparte algunos escenarios y que es recomendable —que no necesario—haber completado para no perderse ningún detalle. Como aquél, Berseria es un JRPG en tercera persona que ofrece un nuevo y mejorado sistema de combate en tiempo real, bautizado "Liberation Linear Motion Battle System" (o Liberation LMBS). Gracias a él, las peleas resultan mucho más dinámicas y rápidas, casi como si de un beat'em up se tratara.
Combates ricos en opciones
Lo mejor es que podemos personalizar los combos con los que vamos a atacar, eligiendo qué habilidad usará nuestro personaje en el momento en que pulsemos un determinado botón del mando. Eso sí, este sistema de combos no es infinito, y debemos estar muy pendientes de la Barra del Alma, cuyos corazones reflejan la fuerza que aún le queda al héroe/heroína para seguir atacando. Si el indicador llega a cero, deberemos dejar unos segundos para que se rellene, bien alejándonos o protegiéndonos de los ataques.y aún hay más: al poder formar un grupo de seis personajes, de los que sólo podemos tener a cuatro en combate, existe la opción de intercambiarles en cualquier momento, lo que ayuda a crear combos más largos y a preparar mucho mejor las estrategias. Añade la posibilidad de comprar armas (o encontrar algunas escondidas por los entornos), o que podemos desmontarlas para conseguir piezas con las que mejorar nuestro
tales of berseria se erige sobre una trama que ATRAPA y un sistema de Combate muy, muy entretenido