A Pixel Story

Un intrahomenaje al videojuego

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Premiado con un Bafta en 2012, y editado finalmente en PC en 2015, llega ahora a consolas uno de los juegos indies del año, un homenaje al origen del videojuego que combina, a partes iguales y con suma maestría, plataformas y puzles.

El punto de partida es sencillo: somos un píxel de Pong, que, un día, despierta fuera del juego con la misión de restaurar un error del sistema. Es un viaje 2D y con scroll lateral que remite a todos los clichés posibles del género plataformero, desde recoger monedas a saltar entre plataformas. Todo, con un control simple, pero que responde bien, hasta que entra en escena una gorra roja. Este ítem es central en la parte puzle del juego, ya que nos permite teletransportarnos al lugar donde la hayamos depositado. Os podéis imaginar los rompecabezas...

Recorriendo el pasado

Uno de los grandes aciertos del juego es que su pixelado look va evolucionando de unos niveles a otros, hasta recorrer cinco eras o épocas distintas del videojuego en su faceta "pixel art". No damos más pistas a este respecto, ya que es uno de sus puntos fuertes, pero hay guiños a Mario, a Sonic, a lugares comunes en el género... También se agradece su esfuerzo por ofrecer ideas frescas, en forma de "Quests" o misiones adicionales que podemos cumplir mientras recorremos los niveles y que, en cierta medida, rompen la linealidad del género.

El toque final lo pone la pegadiza música chiptunera, que casa con la acción como anillo al dedo. Un anillo que, como los de Sonic, nos recuerda los grandiosos tiempos que hemos vivido junto al género.