Cine para sufrir
Si realizáramos una encuesta rápida sobre la película que más nos ha hecho sufrir y retorcernos en la butaca del cine, estoy bastante segura de que algunos títulos y directores nos vendrían muy rápido a la cabeza. Pero más rápido aún, casi como un flashazo, recuperaríamos esa turbia imagen que, aun con el paso del tiempo, sigue resultándonos perturbadora y nos eriza los pelillos de la nuca: ese ojo lacerado de Buñuel en "Un perro andaluz", ese festín de "Holocausto caníbal", los ojos obligados a ver de Max en "la naranja mecánica", la terrible violación de "irreversible" o la sangrienta muerte de Jesús en "la pasión de Cristo" de Mel Gibson. Hay auténticos especialistas en generar imágenes perturbadoras de las que se te enquistan en el cerebro y te asaltan cuando menos te lo esperas. Por citar a algunos cineastas tocados por el don de arrebatarnos la tranquilidad en el sueño: lars Von Trier, Gaspar Noé o Pasolini han dado forma a nuestras peores pesadillas en diversas ocasiones. Más allá de eso, hay otros que, directamente, han vaciado las salas o que se han enfrentado a furiosas críticas: ¡Conste que, a día de hoy, escandalizar así no es nada fácil! "a Serbian Film", "Playground" o "El ciempiés humano" (que ha tenido dos secuelas) son algunos títulos que han cruzado límites que parecían infranqueables. En la entrevista que pudimos hacerle a Gore Verbinski con motivo del próximo estreno de su película "la cura del bienestar", nos quedó muy claro que el director quiere ingresar de cabeza en el club de los directores que peor nos lo van a hacer pasar sin llegar a esos extremos: vais a sentir verdadera lástima de Dane Dehaan, el protagonista de esta historia. De momento, varias experiencias no volverán a ser lo mismo: ni ir a un dentista ni acudir a un balneario a disfrutar de aguas medicinales va a ser ya una placentera idea relajante después de visionar esta película. Y sí, también os va a recordar mucho a Kubrick, uno de los claros referentes del director, ya sea de forma consciente o no.