El oasis de papel frente al desierto de internet
No son pocos los que cuestionan la utilidad de las publicaciones en papel hoy en día, frente a la inmediatez de Internet. Innegablemente, la red de redes es uno de los mejores inventos de la historia, y ha hecho que su difusión cayera, pero cada día estoy más convencido de lo necesarios que son los periódicos y las revistas, aunque muchos adolescentes no hayan tocado ni uno en su vida.
De un tiempo a esta parte, la publicidad se ha volcado hacia el online, lo que, en conjunción con el auge de las redes sociales, ha hecho que las webs se hayan lanzado a una cuestionable carrera por el click fácil. Ningún ámbito periodístico se escapa: videojuegos, deportes, información general... "Lo que no creerás", "el último fenómeno viral" y cientos de tontunas más, que distan mucho de ser noticia, lo inundan todo, aderezadas con titulares ambiguos vendidos al SEO, fotos sugerentes, cebos tuiteros, hordas de trolls en los comentarios... Mi listón de la vergüenza ajena, que está situado a la altura de los tobillos, es rebasado una y otra vez. Por desgracia, es lo que el público mayoritario consume... Por eso, agradezco que siga habiendo publicaciones como ésta donde escribo, cuya calidad está en máximos históricos, gracias a una propuesta que se desmarca de Internet para ofrecer algo diferente, sosegado y cuidado.
Antes de nada, si la revista entra por los ojos como lo hace, es gracias al ex- cepcional trabajo de diseño que hacen en la sombra nuestras dos maquetadoras. A partir de ahí, entra ya en juego el contenido, que tratamos de ofrecer desde otros prismas, ya sean temáticos o estilísticos. Para empezar, hay siempre dos o tres reportajes en los que se analizan ciertos ámbitos de la industria o se desgranan futuros juegazos, a menudo de forma exclusiva. Asimismo, hay tres columnas de opinión y una página de editorial con potencial para analizar cualquier fenómeno. El retro también es esencial para que la revista sea como es, siempre mediante un reportaje largo, el recordatorio de un juego y el comentario de una figura o estudio. Mención especial merecen dos secciones que identifican a la revista desde sus inicios, como son el Teléfono Rojo (¿quién será Yen?) y el descacharrante Sensor. Incluso en las noticias, los análisis y los avances, procuramos ir más allá de la obviedad y desmenuzar detalles que no veréis en ningún otro sitio, como las cifras de ventas de juegos en España. Y no hay que olvidarse de secciones como Big in Japan, Los mejores, El rincón del coleccionista, Tecnología, En pantalla o Mis terrores favoritos, rematadas con dos pósters muy atractivos. Sumad a eso el factor coleccionista. Luchar contra Internet con lanza de papel es hacerlo contra molinos de viento, pero es una estampa bella, como un oasis en medio del desierto, y ojalá nunca devenga en espejismo.
Luchar contra Internet con lanza de papel es hacerlo contra molinos de viento, pero ojalá este oasis en el desierto nunca devenga en espejismo