Injustice 2
mamporros en tierras infinitas
Resulta particularmente duro destacar en un género tan saturado y desgastado como el de la lucha, pero los artesanos de netherrealm han conseguido llevarla a su terreno desde que nos presentaron el reseteo de mortalkombat.
Con esa base, llegó el primer Injustice, que causó muy buena impresión entre los fans, algo que, sospechamos, se va a repetir con esta secuela. Su historia continúa donde acabó la anterior, con Batman intentando reconstruir la sociedad después del caos desatado por Superman. Ahora, una nueva liga de villanos, comandada por Gorilla Grodd, supone la antesala de una terrible invasión a manos del alienígena Brainiac. Con esta nueva crisis en marcha, el argumento gira en torno al concepto de la ética de Batman y el nuevo papel de Supergirl como heredera de la filosofía de Krypton.
Para la ocasión, contamos con veintiocho personajes, entre los que repiten clásicos como los propios Batman y Superman, Harley Quinn o Green Lantern, pero también hay jugosas incorporaciones, como Hiedra Venenosa, Espantapájaros o La Cosa del Pantano. Eso sí, hay personajes muy chulos de la primera entrega que se quedan fuera, como Doomsday o Solomon Grundy. Uno de los personajes, el propio Brainiac, se desbloquea al superar el modo Historia, y los que reservaron el juego se llevan también a Darkseid (el resto puede adquirirlo en la tienda online).
La oferta de modos de juego busca contentar tanto a los que quieran dar caña online como a los que disfruten de las partidas en solitario. Así, tenemos un modo Historia que consta de 76 combates, aunque basta con unos 50 para superarlo. El resto es accesible a través de momentos clave en los que hemos de decidir con quién pelear y, por tanto, ramificar la trama. Todo ello, aderezado con espectaculares secuencias de vídeo que relacionan argumentalmente a todos los personajes. ¡Tiene mérito el "encaje de bolillos" que han llevado a cabo para conectar a todos!
La otra gran oferta para un jugador es el modo Multiverso, que pasa a sustituir a los laboratorios STAR del primer Injustice. En él, se nos presentan planetas Tierra alternativos. Cada uno de ellos tiene varias cadenas de retos, las cuales suelen tener algún elemento común que altera el combate: suelo electrificado, apagones de luz, ítems de salud que caen de vez en cuando... Tanto las cadenas como los retos tienen una dificultad y un nivel recomendado para el usuario. Al superarlos, obtendremos recompensas en función de la dificultad y las tareas que hayamos cumplido. Lo interesante es que todas estas Tierras alternativas tienen una fecha de caducidad (pueden ser minutos o días), tras la cual serán sustituidas por otras.
colegas de injusticia
Por supuesto, también tenemos la posibilidad de liarnos a meta-galletas con otros usuarios. En modo local, tenemos un versus al uso y un modo torneo, pero es en el online donde podemos sacar más jugo. Por un lado, podemos crear gremios, grupos de usuarios que colaboren dentro del Multiverso para supe-
la fórmula del primer título se mantiene, con ligeros retoques que hacen de esta secuela un completo y espectacular juego
rar retos especiales, los cuales tienen sus propias recompensas. Pueden colaborar por turnos en los combates o, incluso, lanzar algunos ataques de ayuda en plena lucha. Para el online, también tenemos el simulador de combate IA, que permite "mandar" a nuestro grupo de luchadores para que pelee contra el de otros usuarios, de modo que todos ellos son controlados por la consola. Es una forma rápida e instructiva de acumular puntos de experiencia.
Así, podemos hacer que los héroes suban de nivel y, por tanto, aumenten sus estadísticas de ataque o defensa, como si fuera un juego de rol. La versatilidad de este aspecto crece gracias al nuevo Gear System, mediante el cual podemos intercambiar las piezas de la "armadura" de cada personaje (se cambian cabeza, brazos, piernas, pecho y un complemento), lo cual altera su aspecto y estadísticas e, incluso, puede añadir efectos extra (como más resistencia a algún tipo de ataque, nuevos golpes, etc.). Algunas piezas se obtienen al superar combates, pero, sobre todo, hemos de invertir el dinero ganado en Cajas Madre, que, de forma aleatoria, nos proporcionan nuevas piezas. Hasta existen sets que, equipados por completo, convierten a nuestro luchador en otro (Super Girl pasa a ser Power Girl, por ejemplo), si bien eso sólo afec-
propone más flexibilidad en el desarrollo de los combates y en la personalización de los héroes
ta a su aspecto y sus voces. El Gear System da una gran versatilidad a la personalización de los luchadores, y el "coleccionismo" de las piezas os robará muchas horas. Eso sí, hay diferentes monedas dentro del juego de cara a adquirir esas mejoras, lo cual resulta innecesariamente enrevesado. ¿No bastaba con un solo tipo? Por cierto, en los duelos online, podemos optar por anular las ventajas del Gear System, por si queremos un combate más igualado.
impacta como un batarang
Una vez en faena, no cabe duda de que los chicos de Netherrealm han redoblado el espectáculo. Por un lado, el sistema de lucha es algo más técnico, con la posibilidad de fintar y cancelar combos a costa de sacrificar algo de la barra de energía. Por supuesto, los choques (esas secuencias en las que los dos luchadores se encaran y "apostamos" parte de nuestra barra para ga- nar) siguen ahí, así como los devastadores superataques, capaces de robar hasta media barra de salud. Éstos, por cierto, se han renovado para los luchadores antiguos. Todo esto se ve potenciado por un apartado gráfico de los que quitan el hipo. Esta vez, el estilo de los personajes es menos caricaturesco y, para ello, se han escaneado en 3D rostros y expresiones de actores reales. El resultado es brutal, sobre todo durante los superataques o las escenas introductorias. ¡Da gusto ver a Harley Quinn haciendo sus habituales muecas! Ah, si podéis, probad el HDR con PS4 Pro y notaréis la diferencia. Sumad espectaculares efectos de partículas y explosiones, o escenarios plagados de interacciones y objetos destructibles, y tendréis uno de los juegos de lucha más espectaculares jamás creados.
No todo es perfecto: el equilibrio entre luchadores podría repasarse (algunos tienen golpes demasiado con- tundentes, que se pueden ejecutar en cualquier momento) y es cierto que no resulta tan profundo de cara al usuario experto, pero proporciona combates fluidos y espectáculo del bueno, a la vez que dota a sus personajes de una personalidad única y atractiva. Por una vez, no sólo querrás convertirte en Batman, sino también en el resto de personajes. Bueno, no nos engañemos: al final, jugaremos más con Batman...