Shadow Warrior 2
Un alocado viaje ninja a los 80
Versión ANALIZADA género DESARROLLADOR distribuidor jugadores idioma TEXTOS idioma VOCES FORMATO / Precio LANZAMIENTO contenido
En 1997, los padres de Dukenukem le dieron otra vuelta al shooter subjetivo con el primer Shadowwarrior, un descacharrante juego de temática ninja que introducía katanas, demonios, poderes ki y un héroe, Lo Wang, a la fórmula.
En 2013, Flying Wild Hog resucitó la licencia y, ahora, ocho meses después de su estreno en PC, la secuela llega a consolas. Es un título muy superior en todo al de 2013, y eso que comparten mimbres: una vertiginosa acción con sabor ochentero que combina tanto armas de fuego como blancas, detalles gore (potenciados por un nuevo sistema procedural de cercenamientos), un humor gamberro que no respeta nada... Las novedades son varias, y van más allá de la nueva historia, que dura unas doce horas.
Irreverente espíritu multijugador
Los niveles se generan de forma aleatoria, por lo que no recorreremos siempre los mismos mapeados. Esto es importante, ya que parte de su gracia consiste en repetir una y mil veces los niveles acompañados de hasta tres amigos, para conseguir nuevos amuletos o cualquiera de las 70 armas personalizables, que van desde dobles mini Uzis a Gatling Guns o distintos tipos de katanas. Tendrás que elegir sabiamente, porque aquí los enemigos son muy duros y, probablemente, tendrás que entrenar en el cuartel general (y disfrutar de chifladuras como una recreativa de Hotlinemiami). Un juego como los de antes y que, gracias a su irreverencia, divierte a lo grande, a pesar de que, técnicamente, es mejorable.