LA IDEA DE ADAPTAR VIRTUA RACING
a Mega Drive parecía una locura, pero Sega salió más que airosa del experimento, a pesar de los enormes costes de fabricación del cartucho. "Sega ha reunido en este juego lo mejor de sí misma: alta tecnología, perfecta jugabilidad y grandes dosis de adicción", reflejaba Manuel del Campo, en su análisis de junio de 1994, en el que destacó la importante reducción de precio del juego en España, respecto a otros mercados, y la potencia del chip SVP que incorporaba el cartucho. El 95 en gráficos estaba más
que justificado.