MARIO, el cazador de lunas
Las energilunas se consiguen de formas muy distintas, desde romper una piedra con un Bi l Bala (algunas se repiten en varios reinos con pequeños matices). Éstas son algunas de las que realiza raériseaelnizaalrgtuanreoass r eeisnpoesc.í. ficas
Nota musical. Siempre que veas una, tócala y recoge todas las que aparecerán a continuación. Algunas requieren un impulso extra de velocidad; otras, cambiar entre planos 2D y 3D... pero, si recoges todas, tendrás como premio una energiluna.
Cuadros. Al igual que en el inolvidable éxito de Nintendo 64, pueden estar escondidos en cualquier recoveco, detrás de una columna o en una pequeña piscina de agua. Pueden conducir a otro reino o, quién sabe, repetir el enfrentamiento con algún jefe...
Cohetes. Nos transportan a otros lugares, para superar retos de plataformeo puro y duro como el de la imagen, con casas-plataformas que giran sobre sí mismas. También hay maniquíes que, al colgar la gorra en ellos, ofrecen retos contrarreloj. Cerraduras. Como en el clásico de SNES Supermario World, si encuentras una de estas cerraduras, ya sabes lo que tocará: encontrar la llave. En algunas ocasiones, formarán parte de una alocada carrera en la que el mundo se hunde a tus pies...
Enamorados. En algunos reinos, es posible encontrar una "Lady Goomba". Si nos acercamos como Mario, huirá... pero, si lo hacemos como una ristra de Goombas apilados, dejará de recuerdo una luna. Otras lunas requieren apilar un número concreto.
Kin-triga. Así se llama esta esfinge, que también nos regala su presencia en muchos reinos. Cada vez que la encontremos, nos planteará un enigma, con cuatro posibles respuestas. Tranquilos, que suelen ser fáciles y dan acceso a salas con tesoro (y luna).