La Tierra Media: Sombras de Guerra
Un anillo para gobernarlos a todos
No se entra así como así en Mordor", decía Boromir. Sin embargo, antes incluso que Frodo Bolsón, en los albores de la tempestad, un simple montaraz ya le contradijo. Con 10.000 hombres, quizá no pudiera hacerse, pero... ¿y con 10.000 orcos y un anillo de poder?
Hace tres años, Monolith demostró ser adalid de una máquina de guerra a espada, lanza y puño de hierro de orco con Sombrasdemordor, una de las aventuras más sorprendentes de esta generación. El juego se basaba en el universo de "El Señor de los Anillos", que volvía a estar de moda con la trilogía cinematográfica de "El Hobbit", pero la historia era ajena al canon de Tolkien. Así, se nos presentaba la historia de Talion, un montaraz que, tras ser asesinado, regresaba de entre los muertos gracias al espíritu de Celebrimbor, el elfo que forjó los anillos con que Sauron sometió a la Tierra Media. La búsqueda de venganza se quedó en el punto álgido, con ese dúo tan bien avenido decidido a forjar un nuevo tesoro para derrotar al Señor Oscuro.
La secuela arranca en ese preciso instante, con mayor vocación de entroncar con los hechos canónicos. Es- tá ambientada entre los sucesos de "El Hobbit" y los de "La Comunidad del anillo", y aparecen muchos villanos conocidos, como los Nazgûl o un balrog, y enclaves icónicos, como la Torre de la Hechicería o la guarida de Ella-laraña. La historia es muy disfrutable, sobre todo por cómo indaga en el origen de los Nazgûl, pero, si sois muy puristas, ya avisamos que os puede chirriar.
Nada queda para ti: sólo muerte
Todos pensamos en Mordor como una yerma extensión, pasto del fuego, cenizas y polvo. Un repugnante paraje, repleto de enemigos, en definitiva. Así era en el primer juego, de hecho. Sin embargo, Monolith le ha dado una vuelta al enfoque de mundo abierto y lo que tenemos ahora son cinco regiones independientes que se desbloquean de forma progresiva: Minas Ithil-morgul, Cirith Ungol, Núrnen, Seregost y Gorgoroth. Todas tienen un tamaño generoso y cuentan con unos paisajes muy diferenciados: ciudades amuralladas, cavernas, bosques, montañas heladas, volcanes... El diseño de los escenarios es bastante estándar, pero hay infinidad de misiones secundarias de ésas que acabas haciendo sin darte cuenta,
la historia es Muy disfrutable, Sobre todo por Cómo indaga en el origen de los Nazgûl, pero puede Chirriarles a los MÁS puristas