Cuando vivamos en las nubes, hablamos
A los que tenemos unos añitos no nos gusta mucho oír eso de que el mercado de videojuegos se va a volver digital más pronto que tarde. Pero parece una realidad. Una realidad apoyada por el mercado (las ventas en formato digital crecen a pasos agigantados) y por las estrategias de las first parties.
Para empezar, cada vez resulta más difícil resistirse a comprar en digital. Pasaos por nuestra sección de Análisis y ya me contaréis… Los juegos indies, alejados del brillo de una gran superproducción, llaman poco la atención, pero cada vez son mejores, más innovadores y más divertidos. No se suelen vender en físico (hasta que tienen éxito) y son más baratos que el triple A de turno, en disco o descarga. Es difícil no ceder a su encanto (y a su innegable calidad) y cada vez los compramos más, especialmente los usuarios de Switch (¿será que tienen menos prejucios?). Y una vez que se hace una compra digital, las siguientes ya no cuestan tanto... Además, tanto Sony como Nintendo y Microsoft nos incitan a apuntarnos a sus servicios digitales con caramelitos de todo tipo, incluido el más goloso por el momento, el Game Pass de Microsoft. Una suscripción mensual con la que nos garantizamos jugar con los exclusivos de Xbox One desde el día de su lanzamiento. Una especie de barra libre de juegos, parecido al Playstation Now de Sony (que parece no llegar nunca a España), pero con el atractivo extra de que las novedades exclusivas también están en la carta. Por su parte, Nintendo nos va a permitir disfrutar de una selección de juegos clásicos si nos suscribimos al servicio online de Switch, que no es lo mismo, pero oye...
Podría ocurrir que, dentro de nada, podamos jugar igual que vemos la TV: pagando a un proveedor por disfrutar a demanda de series, películas, programas… ¿Llegará el día en que nos bastará con suscribirnos a "Microtflix", "Nintflix" o "Playtfix" y olvidarnos de pasar por la tienda? Más allá: ¿habrá un Multiflix que nos permita picotear de aquí y allá? Seguro que el mercado físico se reduciría a su mínima expresión y hasta la "Guerra de las Consolas" dejaría de tener sentido. ¿Terminaremos jugando en las nubes?