Las cifras de venta, o El Epicentro del negocio
En las últimas semanas, las compañías han estado desatadas aventando cifras de negocio. Valgan como ejemplos los 90 millones de copias que lleva GTAV, ya en el podio de los juegos más vendidos de la historia, o los 6 millones de Monsterhunterworld, que sería el título que más rápidamente se ha vendido en la historia de Capcom. Sin embargo, la palma se la ha llevado Nintendo, con sus 14,86 millones de Switch en sólo diez meses o las cifras totales de cada uno de sus exclusivos. Al usuario medio las cifras quizá le suenen a chino, pero es un aspecto apasionante y determinante para entender cómo funciona esta industria multimillonaria.
Por lo general, las compañías son muy opacas a la hora de revelar sus cifras de negocio, especialmente si una consola o un juego se la han pegado. La transparencia actual de Nintendo se debe a que está en la cresta de la ola y le interesa presumir, pero, por ejemplo, Sony y Microsoft no dicen ni pío sobre el parque de PS4 Pro y Xbox One X respecto a los modelos originales de sus consolas... Aparte, se juega con descaro al engaño: sin ir más lejos, la citada cifra de Monster Hunterworld tiene truco, pues mezcla unidades físicas distribuidas (que han llegado a las tiendas, pero no necesariamente se han vendido aún) con unidades vendidas en digital. Precisamente, la deriva hacia el mercado digital hace que cada vez sea más difícil conocer el éxito de un juego, pues las copias físicas sí son auditadas por empresas externas, pero ésas no figuran oficialmente en ningún sitio y dependen exclusivamente de que la editora las haga públicas. Y, obviamente, si un juego ha sido un fracaso, se hará mutis por el foro... Gracias a auditoras como Media Create o a medios como VG Chartz, es posible saber las ventas físicas semanales de territorios como Japón, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia... ¿A que no sabéis dónde no son públicas? Efectivamente: en España. Aquí, de cara al público, sólo existen unas listas con los diez juegos más exitosos de cada mes, pero sin una mísera cifra que permita contextualizar. A mí que me digan que FIFA18 y Callofduty: WWII son los juegos más vendidos de un determinado mes me sirve de bien poco, si no puedo comparar, por ejemplo, cómo se están comportando respecto a sus predecesores o sus competidores directos. Realmente, me disgusta la falta de transparencia. Aun así, en la revista, tratamos de sobreponernos al secretismo y revelar parte de esos datos en la sección de "Las cuentas de la vieja". Gracias a ellos, se explican muchas cosas: por qué ciertas sagas no se traducen, qué expectativas puede haber de que un juego baje pronto de precio, qué cuota de mercado aproximada tiene cada consola (es imposible saber las cifras concretas de hardware) o, en definitiva, cuál es la salud del sector patrio.
Las compañías son muy opacas a la hora de revelar sus cifras de negocio, especialmente si una consola o un juego se la han pegado