SHADOW OF the COLOSSUS
Uno de los juegos más bellos y emotivos de PS2 regresa a PS4 con un remake que enamora
Muy pocos títulos consiguen pasar a la historia por plantear un concepto y estilo de juego únicos. Eso fue justo lo que hizo Shadow of the colossus en 2006, en PS2, una aventura que nos enfrentaba a unas criaturas gigantescas con mecánicas e ideas tremendamente originales. Era una idea tan ambiciosa que la 128 bits de Sony se las veía y deseaba para moverla con soltura...
Ahora, doce años después, los maestros del remaster, Bluepoint Games, han cogido por banda esta obra maestra del Team ICO y la han rehecho de cero. Pero tranquilos, que aquí rehacer no ha implicado meterse con las tijeras podadoras hasta la cocina. Dado que Sotc es un juego de culto, el trabajo con el remake se ha centrado en mejorar todo aquello que era mejorable (gráficos, bugs, ajustes en la IA...), pero sin ánimo de alterar los recuerdos que muchos de nosotros teníamos del juego. ¿Y lo han conseguido? Vamos a verlo.
El juego de PS2, al día
Aunque el término "remake" podría invitar al equívoco, lo cierto es que la base de Sotc en PS4 es la misma que vimos en PS2. Así, en la piel de Wander, nos internamos en una tierra prohibida con el único fin de traer de vuelta el alma de una joven inerte. Un poderoso ser, conocido como Dormin, nos revela que, para poder cumplir nuestro cometido, tendremos que acabar con las dieciséis enormes criaturas, los Colosos del título, que habitan en esa tierra.
Así, con la escueta ayuda de una espada, un arco y nuestra yegua Agro, nos internaremos en esta tierra olvidada para localizar y abatir a estos Colosos en un orden prefijado (aunque es un mundo abierto, no tenemos libertad para elegir el orden). La gracia está en que las pistas para encontrarlos son mínimas, y sólo nuestra espada, expuesta al sol, indica la dirección en la que se encuentra nuestro objetivo. Cómo llegar hasta ese punto es cosa nuestra, pero casi siempre implica galopar a lomos de Agro, superar alguna zona plataformera o realizar acciones como nadar. En este sentido, es una aventura "pura", y se disfruta mucho más sin ayuda de guías, dando cada nuevo paso por nosotros mismos.
Una vez alcanzada la zona en cuestión, irrumpirá el Coloso, que, en realidad, es un puzle "vivo" con mecánicas únicas. Los hay voladores, acuáticos, terrestres, grandes como un edificio, pequeños como un toro... pero todos con ideas únicas que los hacen especiales. En descubrir cómo subirnos a ellos y explotar sus debilidades reside la gracia del puzle y, de nuevo, descubrirlo por uno mismo resulta infinitamente más satisfactorio. Después, sólo quedará hundir nuestro acero en sus sellos, o puntos débiles, hasta agotar su barra de vida. Son ideas y conceptos que han intentado copiar otros juegos, como Castlevanialordsofshadow o Dragon'sdogma, aunque el resultado siempre ha sido menos satisfactorio que en la obra maestra del Team ICO.
la Condición de "Clásico de Culto" SE revalida Con un remake que RESPETA Profundamente la ESENCIA jugable y Pule la Parcela técnica