El innecesario duelo de los battle royale

No son pocas las veces que me dicen que me parezco a un "yayoflauta", protestando todo el día y por todo con el bastón en alto... pero es que, a veces, no es para menos. Llevamos semanas escuchando que los próximos shooters de Activision y EA, Blackopsiiii (que buena "paletada" de título para los yanquis, no vaya a ser que se líen con el IV romano de toda la vida) y Battlefieldv incorporarán un modo Battle Royale, en el caso de Callofduty en sustitución de la campaña individual de siempre, y no como añadido extra, algo que ya se ha confirmado. La tendencia intentará aprovechar la fiebre que han desatado este tipo de juegos, con Fortnite:battleroyale a la cabeza, seguido de PUBG o H1Z1. Pero, ante esto... ¿cómo no voy a protestar? Muchos de estos battle royale son experiencias gratuitas con un modelo

F2P (con la excepción del pionero, PUBG). Puedes jugar gratis y, si quieres algo (skins, acceso a desafíos o subir de nivel más rápido), pues pasas por caja. Pero el núcleo de la experiencia no te cuesta ni un céntimo. Es ahí donde radica parte de su éxito y la fiebre que se ha desatado por igual entre niños, adolescentes y mayores. Resulta casi imposible no enterarse de que tal jugador ha celebrado un gol con un baile de Fortnite, o que padres con menos idea de videojuegos te pregunten, día sí, día también, por el título, si es peligroso para su hijo o "si lo hay para Switch". Pero lo que no termino de entender, y menos aún con el último año que llevamos de malas experiencias intentando exportar conceptos F2P a juegos de 70 euros (¿alguien ha susurrado "cajas de botín"?), es que sean tan osados como para plantearse ofrecer esta modalidad a costa de quitar algo que lleva ahí más de dos décadas, y que todavía sigue siendo la razón de compra para un nutrido grupo de usuarios que ni tienen tiempo ni ganas de jugar online. Entiendo que es un pastel demasiado suculento como para resistirse a probarlo, y más viendo las cifras de ingresos que genera Fornite sólo en dispositivos IOS. Pero no es menos cierto que la legión de imitadores en móviles se está comiendo, a grandes rasgos, los "mocos", tanto en volumen de jugadores como de ingresos. Siempre que algo se pone de moda, lo normal es que uno o dos consigan destacar entre la legión de clones, y el resto pase rápidamente al olvido. Que sagas consagradas como Battlefield o COD apuesten por estas ideas me parece arriesgado y, hasta cierto punto, innecesario. Claro que el desgaste en ambas series se nota, y en los shooters en general, pero quizá vaya siendo hora de reinventar el género, como lo hizo Modernwarfare en su día, más que de copiar fórmulas de éxito de terceros, que quizá sea lo más parecido a entrar en una partida de battle royale: una carnicería en la que los novatos suelen ser carne de cañón.

Siempre que algo se pone de moda, lo normal es que uno o dos consigan destacar entre la legión de clones y el resto pase al olvido