La magia detrás de Nintendo Labo
Los periféricos de cartón, los Toy-con, le dan el toque exótico a magia está detrás de un software tan bien pensado como plasm uandporyodquucetonoqudeejeas d uensaoorpbrreanddeeri. n Agehníviearnía u dneopsreinjecmippioloas . fin. La
Las instrucciones son interactivas. Podemos avanzar, rebobinar, rotar la imagen, ampliarla... Los Toy-con más complicados se dividen en varias fases, por si lo dejamos a medias. Y, en los puntos peliagudos, nos pide que nos aseguremos de que va todo bien.
Con el Toy-con montado, toca pasar al menú Descubrir. Aquí, aprenderemos la tecnología detrás de los Toy-con. Las estrellas son la cámara infrarroja y los sensores de movimiento y posición. Cada Toy-con tiene sus secretos, y nos los van desvelando...
El Estudio del piano es de lo más sorprendente. Podemos cambiar entre cinco octavas (65 notas en total), grabar nuestra interpretación, marcar el tempo con una batuta (con otro Joy-con) o introducir una tarjeta troquelada para añadir diferentes ritmos. Nos podemos llevar muchas sorpresas, como que podamos escanear en el piano una forma que hayamos recortado en un papel cualquiera para convertirla (tras editarla) en un pez que aparecerá en el modo Acuario de la caña de pescar.
El taller será el software preferido de los más inventivos. De una manera muy sencilla, podemos programar nuestros propios "juegos" o hacer, por ejemplo, que el control del antenauta sea el manillar de la moto. Podemos guardar hasta siete temas.
Los nodos son la base del Taller y son de entrada, intermedios y salida. Los ocho menús de entrada tienen veinticuatro acciones de los ToyCon y múltiples opciones de pantalla y Joy-con. Las salidas son el resultado: luz infrarroja, iluminar, vibrar, sonar...