Digimon World
Digievolución en Skullgreymon
Digimon fue una serie que marcó mi infancia. Mi hermano y yo teníamos grabados en VHS todos los capítulos que emitían en La 2 y Fox Kids, además de todo tipo de merchandising: figuras, pósters, cartas... ¡Hasta el dispositivo digital!
Era en torno al año 2000, justo en la época en que Pokémon arrasaba en Game Boy y, al mismo tiempo, conseguía dar el salto a la televisión con un anime muy notable. Por desgracia, Toei Animation y Bandai nunca acertaron del todo al intentar el trasvase opuesto, de serie a videojuego. Digimonworld, la primera adaptación para Playstation, que llegó cuando PS2 ya estaba a la venta, tenía sus virtudes y funcionaba bien como fanservice. Encarnábamos a un niño que acababa en el Mundo Di- gital y, acompañado de un digimon, debía buscar y devolver a la ciudad a otros seres perdidos. Era un gusto ver a decenas de criaturas del anime.
Ahora bien, el desarrollo se hacía realmente tedioso. Básicamente, era una adaptación del Tamagotchi de Bandai, de modo que debíamos cuidar de la criatura, dándole de comer, llevándola al excusado, permitiéndole dormir... Eso influía en las cuatro fases de digievolución, de modo que, si no lo mimábamos, podía salirnos un asqueroso Numemon, bastante inútil para los combates. Pasado un tiempo, moría y renacía en forma de huevo. Pero lo peor es que la versión española del juego tenía un bug que impedía completarlo, por culpa de un Agumon que no se dignaba hablar. Debió de ser cosa de Apocalymon...