Casi que prefiero ser de otra generación...

¿Estáis oyendo los rumores de cambio de generación? Sí, yo también y, la verdad, preferiría no hacerles caso, taparme los oídos muy fuerte y decir aquello de "calla, chucho, que no te escucho...". No, no me miréis raro: es que, con lo que le costó arrancar a la generación actual y viendo todo lo que se nos viene encima en los próximos meses, me da una pereza...

Fijaos en los juegazos que se pasean este mes por las páginas de la revista y decidme si de verdad echáis de menos una nueva generación. ¡Pero si no nos va a dar tiempo a deshacer las maletas de las vacaciones y ya no sabremos adónde mirar! Este 2018 nos ha dejado ya auténticas joyas, pero su final va a ser de escándalo, y el principio de 2019 pinta igual de bien. Hemos llegado a un punto en que no sé si eso de las 4K nativas y los fps constantes son excusa para justificar un cambio de máquina. ¿Habéis visto los gameplays de SpiderMan o de Reddeadredemptionii? ¿Cómo se mueven FIFA o NBA2K? ¿Se podría hacer algo mejor con más potencia? No sé por qué, me da a mí que la clave de la evolución no va a ir por ahí... Poco más se puede pedir a los juegazos que llevamos viendo en el último año. ¿Quizá sean los "servicios", con el juego en streaming a la cabeza, los que "necesiten" nuevas máquinas?

La calidad actual de las grandes producciones es alucinante, y no creo que técnicamente vayamos a ver un salto importante con procesadores más potentes. Donde hay margen de mejora, y mucho, es en la creatividad, en la frescura y en las ganas de innovar. Y, para eso, más que pensar en consolas con más capacidad de proceso, quizá habría que mirar a los desarrollos indies. Nunca hemos visto tantos indies con unos niveles de producción tan altos, tan maduros y originales. Tan divertidos como un triple A, o más, y más sorprendentes... Yo, de momento, prefiero no pensar en esa next gen, que terminará llegando. No hay horas en el día para jugar a todo lo que me gustaría. Menos mal que esto de PS5 y Scarlett va para largo, porque, lo dicho, me da una pereza... ¡Deber de ser el calor!