Animal Crossing: New Horizons
El placer de LAS COSAS SENCILLAS de la vida
La llegada de Animalcrossing a Switch es todo un acontecimiento. La saga ameriza en la consola de Nintendo con un montón de actividades, nuevos vecinos y la promesa de una vida apasionante en una isla desierta.
Casi todo el que haya jugado a cualquier entrega de Animalcrossing se habrá enamorado de su ritmo pausado, de su sentido del humor inocente y de sus personajes únicos. De hecho, la comunidad de Animalcrossing es una de las más entregadas del mundo Nintendo, por lo que no nos extraña la pasión con la que fue recibido cada nuevo detalle que se desvelaba: la construcción de herramientas y muebles en bancos de bricolaje, el modo multijugador local, las obras públicas que cambian el mapa de juego... Porque Newhorizons es el mismo juego de siempre, pero como nunca lo habíamos visto. Y aquí radica una de sus principales virtudes: ha servido para equilibrar la base jugable e incorporar mecánicas que la hacen más profunda.
Si sois unos recién llegados a nuestra isla, prestad atención. Lo primero que hay que saber es que no tenemos un objetivo definido. No hay enemigos a los que derrotar, ni un objeto que conseguir. Al contrario, se trata de disfrutar con las pequeñas cosas de la vida. Lo mismo es construir y decorar nuestra casa que coleccionar fósiles, cambiar nuestra indumentaria o relacionarnos con los vecinos. Es un juego diseñado para que le dediquemos un rato cada día y veamos cómo va cambiando todo según pasa el tiempo.
Mucho más por hacer
Sobre esta base jugable, que sustentaba a todos los Animalcrossing, se levanta un auténtico "monumento" a la saga, que no ha dejado de sorprendernos con nuevas mecánicas y opciones. La primera es un sistema de "crafting", que nos permite construir, en bancos de trabajo, herramientas y muebles
con los materiales que hayamos recogido con la pala y el hacha. También podemos comprarlos con bayas, como siempre, pero la creación añade un plus, y recibir “recetas” de construcción es una agradable sorpresa.
También se ha incorporado un sistema de millas. Nuestro insulano lleva en su bolsillo un Nookófono que le permite recibir mensajes, tomar fotografías... y ganar millas. Es como un segundo sistema monetario (al margen de las bayas) con el que también podemos comprar objetos y mejoras, y que añade retos diarios: ganamos millas por hablar con los vecinos, por construir y romper herramientas... ¡Hasta por gastar millas! Y estas millas nos incitan a seguir haciendo cosas constantemente. En Newhorizons, siempre queda algo por hacer. Tras recoger frutas, pagar la hipoteca, realizar compras y visitar a los demás insulanos, podemos sacar un cupón de millas Nook que sirve para viajar a islas aleatorias. Y estas islas, que nunca se repiten, nos abren la puerta a nuevas frutas, materiales y especies animales con los que mejorar nuestro mapa. Es más: las islas en sí se convierten en pequeños puzles, en los que tenemos que encontrar la forma de optimizar los recursos que nos llevamos en los bolsillos. ¿Es mejor llevarse fruta para plantar o esperar a que caiga la noche para recoger insectos? ¿Habrá algún náufrago que quiera venirse a vivir con nosotros a nuestra isla?
Personalización a tope
Esta edición para Switch de Animal Crossing ha crecido en todos los aspectos, pero quizá el más impresionante sea el nivel de personalización. Casi afecta a todos los aspectos de juego, desde las pintas de nuestro insulano hasta el propio mapa de la isla. A medida que dediquemos tiempo al juego, se instalarán el taller de las hermanas Manitas (diseño que pones, diseño que quitas), el museo de Sócrates, la tienda de los hermanos Nook... y, después, tendremos acceso a una oficina veci
LA LLEGADA de LA SAGA A Switch es TAN grande Como esperábamos y Promete interminables horas de diversión PARA LOS FANS
nal, donde podremos cambiar la bandera y el himno de la isla, y, finalmente, un sistema de obras públicas que nos permite construir ríos y montañas, colocar puentes o cambiar el pavimento.
Y, por lo que respecta a la decoración, contamos con una nueva interfaz, parecida a la de Happyhomedesigner, que nos permite dejar nuestra casa niquelada para recibir el reconocimiento de la AAD (Academia de Artes Decorativas). Sumad a todo esto la posibilidad de modificar los muebles, cambiar el diseño de nuestra ropa o colocar objetos en el exterior... Una pasada.
Eso sí, es importante recordar que estas opciones no se abren de la noche a la mañana. Newhorizons funciona mediante un sistema de calendario, que va introduciendo cambios con el paso del tiempo. Además de los ciclos de luz en tiempo real y los cambios en el clima, el mapa es distinto con las estaciones. Las especies que aparecen también están supeditadas a una fecha y una hora del día, y hay eventos vinculados a fechas especiales, como Halloween, Navidad, la floración del cerezo... o nuestro cumpleaños. Comparado con anteriores entregas, nos ha parecido que su recorrido es mucho más largo, pues ofrece más cosas que hacer, pero también tiene un avance más lento y nos exige dedicarle más tiempo.
Se ha equilibrado LA base jugable y Se HAN incorporado MECÁNICAS que LA HACEN todavía MÁS Profunda
Por otra parte, según íbamos jugando, nos hemos encontrado con aspectos que se han quedado un poco anticuados. La gestión (y el espacio) del inventario, la navegación por las herramientas (aunque podemos comprar "atajos" mediante millas) o el sistema de fabricación son aparatosos. Y, en general, hay algunas tareas que se vuelven repetitivas, lo que se hubiera arreglado con unos cambios muy sencillos.
una isla para nada desierta
Animalcrossing es un juego para compartir y ofrece multijugador, tanto local para cuatro personas como online para ocho. No es sólo que resulte mucho más divertido curiosear lo que han hecho nuestros amigos en sus respectivas islas (o hacer de anfitriones y "vacilar" con nuestras creaciones), sino que es una manera de progresar más deprisa. De todos modos, en nuestras partidas en modo local, el sistema no parecía pulido del todo. El primer jugador actúa como líder: es capaz de acceder a sus bolsillos y recolectar objetos, e incluso tiene el control de la cámara, mientras que sus amigos sólo pueden prestar su ayuda, pero tienen un rango de acciones más limitado. Por su parte, el modo online sí que está destinado al intercambio de objetos para conseguir que las respectivas islas progresen. Y no nos olvidemos de la compatibilidad con los amiibo de la saga, junto a los que podremos hacernos fotos e interactuar, una vez estén desbloqueadas las opciones pertinentes…
El apartado visual también ha recibido un considerable empujón, si lo comparamos con otras entregas. No se nota demasiado en el diseño de los insulanos y de los animales, pero, a medida que progresamos, encontramos escenarios muy cuidados y nuevos efectos. La dirección artística no ha cambiado, pero resulta más estilizada. Mención especial merece la traducción, que sigue siendo uno de los aspectos más notables. Los animales no "hablan", pero emiten un curioso ¿gorjeo? que se traduce en frases muy divertidas y con rimas que, de malas, resultan buenas.
Como conclusión, Animalcrossing: Newhorizons resulta conservador en el planteamiento, pero eso es justo lo que la comunidad quería. Tenemos una isla más grande, un catálogo de objetos interminable (no queremos estropear la sorpresa, pero hay auténticas locuras) y un enorme abanico de posibilidades para personalizar nuestra casa, nuestra ropa y hasta el último mueble. Las aplicaciones del Nookófono y las visitas a islas aleatorias consiguen acabar con esa sensación de que no hay "nada más por hacer", y el multijugador local es un buen añadido. La llegada a Switch es todo lo grande que esperábamos, y promete interminables horas de diversión para los fans.