Deadly Premonition 2: A Blessing in Disguise
Otro surrealista caso para el inusual agente York
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Deadlypremonition se convirtió en un juego de culto gracias a su fuerte personalidad. Fue odiado y amado por igual, con un apartado técnico tan cutre que terminaba formando parte de su encanto, como en las pelis de serie B.
Se trataba de una aventura inusual, en la que encarnábamos a Francis York Morgan, un peculiar agente del FBI que recorría con libertad Greenvale para resolver un siniestro asesinato. Tras reeditarse para Switch en 2019, ahora nos llega esta soñada secuela, que repite muchas de las señas de identidad del original, desde su excéntrico protagonista, a su desarrollo en mundo abierto... e, incluso, su capacidad para polarizar a los jugadores.
Si no jugaste al original, todo te parecerá un poquito más áspero, extraño y loco, y te perderás algunas referencias, pero podrás disfrutarlo sin problemas.
Los agentes del FBI Aliyah y Simon acuden a casa de York en busca de respuestas relacionadas con un caso antiguo. Así, el juego va saltando del presente a quince años atrás, mientras revivimos el caso del pasado. Todo, regado con las impagables chaladuras de York...
Un asesinato del pasado
Desde el principio, disfrutamos de trabajados diálogos que, aunque para algunos pueden ralentizar el desarrollo, para otros son uno de los grandes alicientes. Tan pronto estamos hablando de lo divino y lo humano como del cine de los 80, series de televisión... Desde el principio, aparecen las rutinas de interrogatorio, en las que podemos revisar el entorno que nos rodea y hacer preguntas relacionadas para avanzar los diálogos, seleccionar las preguntas…
El caso de hace quince años nos lleva a Le Carré, un pueblecito donde el cadáver de Lise Clarkson apareció mutilado en un altar. Desde nuestra llegada, seremos partícipes de las locuras que rodean al excéntrico York: un cuadro que nos habla y nos revela una pista, una habilidad especial que consume "concentración" a cambio de revelar detalles ocultos... No es lo único anormal: el personal de nuestro hotel
Como el original, Puede encantarte o Parecerte Un soberano Bodrio: si Conectas Con la trama, te atrapará
Aunque cuenta con un diario que nos indica las misiones disponibles, así como con un mapa con datos, no es un juego que te lleve de la mano. Es una aventura lineal, pero te deja margen para que pruebes cosas. Desde crearte un collar en la tienda de vudú que mejore alguna característica, a buscar piezas o cazar animales para construir cosas. Podemos detener la investigación y visitar lugares que no tendríamos ni por qué frecuentar, como una iglesia evangelista o un local de jazz con un saxofonista en calzoncillos. Ya os decimos que todo es muy loco...
Además, al caer la noche, una extraña atmósfera roja invade las calles, y del suelo emergen unas ruidosas criaturas a las que, por suerte, podemos disparar. Incluso tendremos que meternos en una suerte de dimensión "alternativa", donde aguardan enemigos y hasta jefes finales. Cuando decimos que el agente York es de todo menos convencional, es por algo...
Como una peli de serie B
Como el juego original, puede encantarte o parecerte un soberano bodrio. Todo depende, en general, de la importancia que les des a los aspectos técnicos. Su parcela visual es muy superior a la del primer juego, sobre todo por los entornos, los modelos de los personajes, la interfaz... Pero sigue arrastrando problemas conocidos: animaciones bruscas, petardeos, texturas cantosas... Hay un poco de toda la cutredad posible. Pero son defectos que, para muchos, forman parte de su encanto. Si esto no es importante para ti, estás ante una aventura única, que combina géneros y mecánicas como pocos juegos hacen hoy en día, y que, a poco que te gusten el survival, la investigación y los momentos hilarantes, te conquistará.