ACTIVISION BLIZZARD, LA ÚLTIMA FRONTERA
La ambiciosa adquisición de la compañía creadora de Call of Duty por parte de Microsoft sigue su curso
En enero de 2022, Microsoft anunció su intención de adquirir Activision Blizzard por 68.700 millones de dólares. Eso ha motivado una cruenta batalla legal con Sony, principalmente a cuenta de la paternidad de un tótem como Call of Duty. En los quince meses transcurridos desde entonces, el sainete ha sido continuo, con declaraciones e informes de unos y otros frente a los diversos organismos nacionales de regulación de la competencia. Hoy por hoy, si bien aún no puede darse por segura, la impresión generalizada es que la operación acabará llevándose a cabo, y más con la mano tendida que ha ofrecido la compañía de Redmond a cuenta de la saga bélica, con una oferta de diez años para Playstation por un lado y el salto a consolas de Nintendo por otro.
Sea como fuere, si esta operación multimillonaria se lleva finalmente a cabo, supondría un impresionante aumento de la cantidad de sagas que pasarían a depender de Microsoft, con la expectativa de que pudieran volverse exclusivas y ser clave para potenciar el Game Pass tanto en consolas Xbox como en PC. Por un lado, estarían las de Activision, como la citada Call of Duty, Crash Bandicoot, Spyro the Dragon o Tony Hawk's Pro Skater. Por otro lado, de Blizzard, llegarían Warcraft, Diablo, Overwatch o Starcraft. Y no hay que olvidar las IP de King para PC y móviles, como Farm Heroes o, sobre todo, Candy Crush Saga. Porque, aunque Call of Duty ha acaparado todos los focos, son muchas más las licencias que podrían engrosar las plataformas, los servicios y, por supuesto, las arcas de Microsoft.