POR LAS VOCES QUE NO ESTÁN, PERO SIGUEN VIVAS
Por la falsa seguridad en que vivimos, a menudo, no caemos en que nuestro tiempo aquí no es infinito, en que no vamos a estar para siempre y en que lo que nos rodea no es eterno. Pero permitidme el bofetón de realidad: nunca es así. Personas, lugares, sonidos, olores .... Todo está abocado a desaparecer tarde o temprano o, en el mejor de los casos, a ser reemplazado por algo que no siempre tiene que ser mejor.
El mes pasado, los fans del gran doblaje que se hace en este país recibimos uno de esos golpes que te bajan a la tierra por unos instantes.
El 21 de abril, a los pocos días de haber cerrado la anterior edición de Hobby Consolas, fallecía Jesús
Barreda. Sólo pude conversar una vez con él, en la presentación de Gears 5, pero se le veía una buena persona, muy cercana y, sobre todo, campechana. Pero, ante todo, un profesional como la copa de un pino. Puede que su nombre no os diga nada, pero, si jugáis habitualmente o tenéis hijos pequeños, puede que estéis hartos de que se os haya colado en casa todos los días. Ha sido la voz de Cat Noir, uno de los personajes principales y recurrentes de la serie de animación Ladybug (por la que tenía una legión de seguidores), así como decenas (o cientos) de personajes de videojuego. En total, tiene más de 400 trabajos referenciados, y puede que haya más, que se dice pronto. Era un actor realmente prolífico, porque era una garantía de un trabajo bien hecho. Sólo en los últimos doce meses, puedes haberle escuchado en Hogwarts Legacy (Everett Clopton y más personajes), Gotham Knights (Capucha Roja), Hi-fi Rush (Bomboman), Tiny Tina's Wonderlands (Claptrap)... Una lista interminable con más de veinticinco años de doblajes en videojuegos, en los cuales se ha paseado por series tan asentadas como las mencionadas Gears of War o Borderlands. Su último trabajo conocido ha sido Atomic Heart, donde ha dado vida a Michael Stockhausen (desconozco si queda por salir algún trabajo más a título póstumo, aunque estuvo activo incluso mientras luchaba contra el cáncer).
Pero lo poético del asunto es que, aunque ya no esté, paradójicamente, su voz siempre estará. Pueden pasar quince años, que siempre podremos volver a disfrutar de su característica voz en los juegos en que participó. Y no es el único caso. Constantino Romero o Pepe Mediavilla, muy ligados al cine (y, por ende, a los videojuegos con licencia), o Jordi Varela (Layton) son algunas de esas icónicas voces que se apagaron hace años y siguen vivas gracias a los videojuegos y otras formas de ocio. Por eso, nunca está de más reconocer la labor de este gremio, que, con sus voces e interpretaciones, contribuye a aupar aún más nuestra forma de ocio definitiva. ¿Qué mejor ocasión para rendirles homenaje? Por las voces que ya no están, pero siguen entre nosotros.
El 21 de abril, fallecía Jesús Barreda, un actor de doblaje realmente prolífico que tiene más de 400 trabajos referenciados, que se dice pronto