NO ARRUINES UNA DISCULPA CON UNA EXCUSA
La frase de Benjamin Franklin del titular viene al pelo por una situación actual que comienza a volverse tristemente común. Sucede en el sector en general, pero el caso más reciente ha sido el lanzamiento de Redfall para Xbox, en el cual los jugadores asistían sorprendidos a terribles bajones de la tasa de refresco (en un shooter que va a 30 fps), personajes congelados, bugs aquí y allá... No sería una situación tan llamativa si no se tratara de uno de los abanderados de Xbox para la temporada y un incentivo para el maravilloso, sin lugar a dudas, Game Pass. Pero sí, el gran reclamo de la temporada, después de un 2022 casi de secano, es un juego bastante roto que desaprovecha el potencial de un estudio como Arkane.
Después de lo sucedido, el jefazo Phil Spencer (que, dicho sea en su honor, siempre da la cara) pidió disculpas a los fans y dijo que él mismo se sentía decepcionado y que no podía ser que su gran lanzamiento del momento saliera así. Explicó también que, en las simulaciones que hicieron antes del lanzamiento, la nota con la que se puntuaba al juego era superior a la que ha tenido finalmente. Igual soy demasiado duro, pero me suena a un “no sé qué ha pasado, pues, en mi cabeza, era espectacular”. Porque una cosa es que un juego esté bien hecho, pero no guste al salir (puede pasar, pues los gustos de la masa son impredecibles a veces), y otra cosa es que salga roto. Tan roto como The Last of Us: Parte I en PC o The Callisto Protocol en PS5, todo sea dicho. Así, llegamos al título de esta columna. Phil Spencer es un tío que cae bien, al que se le nota que le apasionan su trabajo y los videojuegos en general (sean en la plataforma que sean), pero estamos en un punto en que pedir perdón ya suena a lluvia sobre mojado. Ya se pidió perdón porque Halo Infinite no saliera tan completo, por Crackdown 3, porque en 2022 no hubiera los suficientes lanzamientos exclusivos... Después de tantas compras de estudios y de que la pandemia haya amainado, hay que ofrecer resultados contundentes. Un muy buen primer paso ha sido Hi-fi Rush, pero los usuarios necesitan pilares sólidos en que apoyarse a la hora de optar por Xbox. A mí me encanta Series X: me parece una consola bestial y disfruto de su contenido, tanto general como de Game Pass, pero es bastante evidente que hace falta gasolina que la venda frente a PS5. Y no ayudan comentarios como el del propio Spencer de que Starfield, aunque vaya a estar muy bien, no hará que la gente prefiera Xbox a PS5. ¿Cómo puede manifestar tan poca confianza en su juego estrella? Yo, en cualquier caso, estoy deseando que llegue tan colosal RPG. Sigo creyendo, además, en el ecosistema Xbox, pero, Phil, deja de ser tan buena persona y sé un poco más tiburón, hombre. No un "baby shark": por lo menos, un "grandpa shark"...
Phil Spencer es un tío que cae bien, pero, tras Halo o Crackdown, estamos en un punto en que pedir perdón ya suena a lluvia sobre mojado