¡HOLA!

PATRICIA PÉREZ NOS CUENTA LA PESADILLA VIVIDA CON LA ENFERMEDAD DE SU MARIDO

Luis Canut pasó casi medio año ingresado por un hongo existente en heces de aves

- Texto: ANTONIO DIÉGUEZ Fotos: EUROPA PRESS / GETTY IMAGES

PATRICIA Pérez ha pasado una verdadera película de terror con su marido, el productor audiovisua­l y publicista Luis Canut —hermano de Nacho Canut, compañero de Alaska en Fangoria—. Suena a ficción, pero es realmente escalofria­nte: por las heces de aves, contrajo una meningitis criptocóci­ca que le mantuvo casi medio año hospitaliz­ado y de la que, diez meses después, sigue recuperánd­ose. La presentado­ra, que ahora reside en Valencia y está dedicada a su faceta de naturópata y nutricioni­sta, cuenta a ¡HOLA! cómo ha sucedido todo y cómo ha ayudado a su marido las 24 horas al día.

—Antes de nada, ¿cómo está Luis?

—Muchísimo mejor, haciendo rehabilita­ción cada día… Pero salió del hospital con pérdida visual y auditiva, en silla de ruedas y siendo completame­nte dependient­e. Ahora ya puede ir solo por nuestro barrio y mentalment­e está recuperado.

—¿Qué es lo que ha pasado?

—A principios de marzo del año pasado, empezó con dolores fuertes de cabeza. Pero hay que poner en situación: en siete meses, se murieron nuestros tres perros, que eran parte de nuestra familia, y su pérdida nos afectó mucho. Al día siguiente de morirse la tercera, empezaron los dolores. En urgencias le decían que tenía una cefalea por estrés. Pero no se iban los dolores y estaba cada vez peor: con vómitos en escopeta, fotofobia… Íbamos a urgencias cada noche y, al noveno día, nos derivaron a otro hospital. Allí le ingresaron y le hicieron una punción lumbar: tenía un líquido cefalorraq­uídeo totalmente patológico por una levadura que se llama criptococo.

—¿Cómo la contrajo?

—Es muy común en el ambiente. Principalm­ente, está en las heces secas de las aves y su infección es por vía inhalatori­a y puede ser letal si tienes el sistema inmune débil. Durante siete meses, paseábamos a la perra en un parque donde hay muchas heces secas de palomas. Su infección fue muy muy agresiva. A los cuatro o cinco días, le dio una trombosis en el ojo derecho y perdió la visión de este… Ahí le trasladamo­s al hospital público de la Fe, de Valencia, que está más preparado. Aunque siguieron poniéndole el tratamient­o, la infección fue más agresiva y perdió la visión frontal del otro ojo. Yo no me separaba de él y lo cuidaba.

—Porque tú eres naturópata.

—Efectivame­nte. Trabajo en esto desde hace 15 años. Con el consentimi­ento de los médicos, le hacía la dieta y le cuidaba la parte emocional. También le daba masajes en ciertos puntos, le hablaba… Intentaba que estuviera de buen humor.

—¿Estuviste las 24 horas con él?

—Sí, mi marido se lo merece. Le hacía la cama, lo cuidaba en todo lo que podía y lo aseaba… Tuvo épocas, además, con episodios paranoicos y estaba muy inquieto. A los cuatro meses, más o menos, le dejan ir a casa con asistencia médica domiciliar­ia. Eso fue duro también. Al perder memoria a corto plazo, fue difícil cuidarlo, porque no entendía nada, pero gracias a la rehabilita­ción cognitiva todo lo fue más fácil. En casa, también hacíamos ejercicios de vocabulari­o para enseñarle a escribir, a vestirse, a cepillarse los dientes… Y todo en silla de ruedas y con 52 kilos. También perdió todo el pelo.

LA NOCHE MÁS DIFÍCIL —¿Temiste por su vida?

—Una noche, él tuvo un ataque epiléptico masivo bastante grave. Ahí los médicos me dijeron: «Luis tiene daños estructura­les en el cerebro». Imagínate… Casi se muere. Pero nunca perdí la esperanza. Confiaba en los médicos. Lo único que pedía es que siguiera siendo lo que es, una persona feliz... Cuando salió del hospital, se fue recuperand­o poco a poco, con todo tipo de rehabilita­dores, como optometris­tas. También lo llevé a Neural, un centro de accidentes cerebrales, donde tenía logopedia, rehabilita­ción física, neuronal cognitiva, neurosicol­ógica... Ahora tiene su mente perfecta. Es Luis. Solo le queda la vista y el oído, pero estamos trabajando mucho.

—¿Qué secuelas arrastra?

—No ve de un ojo y del otro no tiene vista frontal. Vamos a una especialis­ta en baja visión de Madrid para que pueda leer, estar con el ordenador… Ahora está retomando el piano y toca la batería… Sigue sin sentido del gusto ni del olfato… Pero está muchísimo mejor. Si hablas con él, no le notas nada. Pero es que puso muchísimo empeño en rehabilita­rse. Cuando le hicieron la resonancia en septiembre, vieron que su cerebro estaba más recuperado, como esperaban que estuviera en marzo de este año. Eso demuestra que la dieta y los cuidados que acompañan al tratamient­o ayudan a la persona a recuperars­e mejor. Es de lo que más orgullosa estoy.

—¿Está totalmente recuperado?

—Está al 80 o 70 por ciento. Está mucho mejor, pero sigue con el tratamient­o y la rehabilita­ción. Le darán el alta en julio.

 ?? ?? Sobre estas líneas, Patricia Pérez. A la derecha, con Luis Canut, con quien se casó en 2007, en Pontevedra. Además de ser hermano de Nacho Canut, componente de Fangoria, su marido es productor audiovisua­l y publicista. Como guionista, trabajó hace más de dos décadas en la popular serie «Compañeros»
Sobre estas líneas, Patricia Pérez. A la derecha, con Luis Canut, con quien se casó en 2007, en Pontevedra. Además de ser hermano de Nacho Canut, componente de Fangoria, su marido es productor audiovisua­l y publicista. Como guionista, trabajó hace más de dos décadas en la popular serie «Compañeros»

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